El primer amor de mi vida.

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- ¿Está listo, Bokuto – san? – Dijo Keiji para dirigirse al chico que había comenzado a temblar repentinamente, una vez llegaron detrás del auditorio para comenzar a prepararse. - ¿Se siente nervioso?

Inevitablemente, Koutaro a duras penas pasó saliva. – Si… demasiado.

Y es que no podía ignorar la primera fila de los asientos en donde ya esperaban todos los amigos de Keiji y demás equipo.

- ¡No defraudes a tu suegra, Kou! – Animó Konoha que pasaba al lado de ellos. – Aunque jamás les perdonaré que no me lo dijeron primero…

Entre falsos sollozos, Akinori fue arrastrado al interior por una Yukie y una Kaori bastante contentas.

- Felicidades, chicos. – Dijeron ambas para mirarlos con una sonrisa cómplice.

- Más vale que salgamos a comer después de esto para celebrar. – Alcanzó a decir Yukie antes de que un emocionado grito de Komi la interrumpiera. - ¡Cálmense, par de tontos!

Menudo equipo tenía Keiji, sabía que estaba acompañado de los mejores actores que podría escoger.

- No tiene de que preocuparse, Bokuto – san. – Contestó Akaashi con su voz más pacífica. – Usted ha demostrado tener un talento que no cualquiera posee, y sin duda, la habilidad para mostrarse al mundo así que, no tema, que yo estaré a su lado en todo momento.

Pero antes de que Koutaro pudiera responderle, observó como Keiji sacaba aquel peluche de lechuza que tanto le encantaba de su bolso.

- ¡Popcorn también está con nosotros…! – Exclamó Keiji en un torpe y tímido intento de voz tierna, lo cual le sacó una enorme sonrisa a su objetivo.

- Eres tú el que está con nosotros. – Susurró para darle un último abrazo, a sabiendas que aún eran espiados por un Akinori desde la esquina de una mesa. - ¡Ahora vayamos, Akaashi, lo haremos más genial que en cualquier otro ensayo!

- ¡Yeah! – Respondieron Konoha y Komi más animados de lo habitual.

El espectáculo estaba a punto de comenzar.

Algunos minutos después cuando la mayoría estaba completamente listo, y solo quedaban pequeños ajustes en la escenografía con Kita al mando, (no sin antes desearle suerte a Keiji), mientras este último ajustaba la venda de su brazo derecho para ocultarla entre la ropa.

- Keiji. – Llamó Akinori asustado. – Eso no era parte del vestuario…

Con una mueca, Akaashi asintió. – No es nada.

Pero antes de que subiera al escenario fue sujetado por un brazo que no lo dejó avanzar.

- Keiji…

Pero el chico seguía renuente. - ¿Hablemos de esto después, sí?

Y con preocupación aun en la mirada, Konoha lo soltó para que por fin tomara su lugar en el auditorio.

El espectáculo… apenas estaba por comenzar.

Una sola luz iluminando el escenario, telones arriba, el corazón en las manos, y un ángel parado justo en medio del infierno entre multitudes de vidas.

El diablo apenas tomaba su lugar.

- ¿Amor, te estoy viendo nadar o solo viéndote ahogar? – Fantaseaba Keiji dibujando figuras en el aire de un frío hospital - ¿He estado muriendo para salvarte, o para matar mi soledad?

¿Esto es una tragedia de la comedia o una desgracia de amar?

Porque si de todas formas tengo que morir,
déjame vivir la vida que yo solo pude desear,

Mi gran amor está en el cielo. | (Bokuaka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora