- ¡Woah! – Gritó un entusiasmado chico mucho más alto que Bokuto, vestido de un blanco brillante dándole un hermoso y elegante aspecto. - ¡¡Ese salió mucho mejor que el anterior, Kuroo!!
- Callen a Babette de una maldita vez… - Murmuró Kenma terminando el beso de fin de escena junto con Kuroo. – No debes interrumpir así, Lev…
El peli plateado pareció comprender mientras miraba a Yaku en su papel de la tacita Chip. – Oh, entiendo, es un momento íntimo de pareja, ¿no es así?
Antes de que el más pequeño le respondiera con una patada ante la pregunta, Kuroo interrumpió para dar fin a la última escena que ensayarían ese día. – Bueno, bueno, no olviden que tenemos invitados.
Bokuto sonrió bastante contento de haber podido presenciar la mayor parte de su obra. Hace dos horas que se encontraban en el auditorio asignado para “La bella y la bestia”, luego de haber terminado sus prácticas junto con Akaashi y demás.
- Es impresionante, Kuroo – san, han mejorado demasiado luego de la última presentación de su equipo. – Dijo Akaashi aún sentado. – Incluyeron el talento de Lev en un papel bastante contrario a él y, debo decir que lo maneja como experto.
- ¿Eso significa que soy bueno? – Agregó entusiasmado ante el halago. – Pero aún no participaré oficialmente, Akaashi – senpai.
Keiji pareció confundido. - ¿Entonces?
- ¡Jajajaja! – Una risa burlona y presunciosa inundó el auditorio desde la puerta de entrada. - ¡Yo soy la verdadera Babette!
Una cara aburrida y desconcertada fue la de Akaashi ante esa voz tan conocida y molesta. – Oh, así que eres tú.
- ¡¿Qué tono es ese Keiji, acaso no me extrañaste?! – Chilló el castaño, claramente ofendido. – ¡No hay nadie con más elegancia en esta escuela que pueda interpretar el papel!
Akaashi suspiró divertido. De alguna manera, le era imposible negar que había extrañado las escenas que Tooru armaba en cualquier lugar.
- ¿No hace falta que pregunte quien será Lumiere, no es así, Tooru? – Comentó el pelinegro mientras se levantaba para aproximarse al chico. - ¿Dónde está Hashime – san?
Bokuto se extrañó en la manera en la que Akaashi se dirigía a ese tal Tooru, pues ni siquiera a él le hablaba con tanta confianza como para dejar de lado los honoríficos. Estaba seguro de que el nombre le resonaba de alguna parte, pero su memoria no alcanzaba a reconocerlo.
- Está en las oficinas de los profesores, necesitaban su ayuda para algunas cosas técnicas, algo así, pero me dijo que me adelantara para saludarte. – Respondió palmeando el hombro del pelinegro. – Pero ahora sí, Akaashi Keiji…
Bajó por los escalones entre los asientos intentando localizar algo con la mirada, hasta que señaló a Lev. - ¿Ese pálido y sin gracia es mi remplazo?
Una risa escandalosa hizo que Kuroo casi dejara caer a Kenma, que seguía en sus brazos desde que el acto terminó. - ¿Cómo, cómo le dijiste?
- Sabía que vendrías a esto. – Suspiró Keiji al ver como Oikawa mantenía una mirada despiadada en contra del pobre Lev. – Él es tu remplazo de tu nueva obra, pero, ¿cómo sabes que está aquí el de la mía?
- Hmph. – Se quejó Tooru cruzando los brazos. - ¿También me ocultarás a mí tu noviazgo? ¡Dicen que vas con ese tipo a todos lados, hasta Kita – san lo sabe!
Un sonrojo se coló entre las mejillas de Akaashi. – Eso no es ver...
Antes de que pudiera terminar con la oración, la voz siempre alegre e inmutable de Bokuto lo interrumpió. – Yo soy su novio.
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Mi gran amor está en el cielo. | (Bokuaka)
Roman d'amourLas historias que comienzan en primavera siempre terminan en invierno. [ 441 / 441 ]