Promesas.
La adolescente ya llevaba un par de minutos frente a la puerta, intentando inútilmente convencer al que estaba encerrado adentro de abrir. Ni siquiera estaba allí por la idea de que Amami realmente golpeara al Monokuma en cuanto lo viera, por que la voz dentro de ella le decía que era lo suficientemente listo y que no se dejaba llevar por sus emociones fuertes.
Pero sentía la necesidad de saber cómo estaba y si podía ayudarlo. Era una emoción realmente extraña para ella pero comenzaba a agradarle el calor en su pecho y en sus mejillas.- ¡Rantaro! -lo llamo una vez más, el puño ya empezaba a dolerle de tanto golpear la puerta- Rantaro -sin respuesta.
La chica suspiro ya rendida. Dejando reposar su frente y sus manos sobre la pared que tenía enfrente, cerrando los ojos para poder aceptarlo. Carraspeo un poco su garganta antes de hablar un poco más serena.
- Rantaro... Solo... Escúchame... Si ves a Monokuma no le hagas nada. No me gustaría que fueras el primer héroe caído ¿Okay?.
Dio un último suspiro antes de rotar su eje para poder irse, pero antes de dar el primer paso fue jalada del brazo. Haciéndola entrar de golpe a la alcoba del de ojos jazmín. Estaba tan desubicada por el rápido cambio del chico que cayó sobre el suelo, pero no se quejo pues su atención estaba centrada en conocer el cuarto.
Este era igual al resto; las ventanas selladas por las planchas metálicas; la cama estaba en la parte de en medio del uno de los muros, y al lado de este el buro; en la otra mitad de la habitación estaba el armario y el baño.
El chico la miro desde arriba, desviando la vista mientras extendía la mano hacía ella. La bailarina la tomo y se levantó.
Ambos se quedaron cayados al sentir una corriente eléctrica que empezaba por las palmas de sus manos, hasta llegar a la punta de los pies. Perdiéndose en el momento, concentrándose solo en su contrario. Podían jurar que sentían el calor corporal del otro por lo cerca que se encontraban. Y como si fueran dos imanes comenzaron a quitar la poca distancia que había entre los dos. Era extraño que tuvieran tantas ganas en besarse si apenas y se conocían... Pero ___ empezaba a sospechar que tal vez ellos ya se habían topado antes.
Costó trabajo pero logró hacerlo. Poco antes de juntar sus labios, Amami se separó con las mejillas completamente rojas.
Soltó por fin su mano y caminó hasta la cama, dejándose caer sobre esta. Sus codos reposaban sobre sus piernas y sus manos sostenían su cabeza, sus dedos peinaban su cabello mientras miraba hacia la nada.
La joven se limitaba a observando, contemplando la belleza de su compañero y tratando de procesar lo que estaba a punto de ocurrir. ¿Me iba a besar?.- ¿No tenías algo que decirme? -preguntó con voz neutra, en la misma posición- ¿No querías entrar para hablar?.
- Emh... A decir verdad -llevo su mano a su nuca y la rascó con timidez- no creí llegar tan lejos -sonrió nerviosa. Amami suspiro cansado haciendo que otra vez se preocupara. Dio un paso para acercarse un poco más a él- Mira... N-Nunca he sido buena con las palabras -¿Por qué me pone así de nerviosa?- pero c-considero que parte de lo que está allí podría ser mentira, no creo que realmente los lasti...
- ¿Qué viste en tu video? -le interrumpió.
La chica se quedó muda por la pregunta, abriendo sus ojos de golpe. Tardó en responder. No podía decirle que había encontrado en la cinta un posible secuestro y tortura de una niña de diez años, eso solo podía hacer que él se alterara más.
Buscó con rapidez entre su mente alguna buena historia, lo suficientemente creíble, sin sobrepasar lo posible para no caer en lo absurdo.
Pero era como disparar a ciegas, no sabía cuál era la temática de los videos, si todos tenían escenas similares a la que ella vio.- Y-Yo... B-Bueno... Veras... -suspiró pesadamente intentando controlar sus emociones. Si hablaba con el falseo en su voz se notaría la falacia- A-Antes de venir aquí vivía en un orfanato... -fue lo primero que se le había ocurrido decir- Así que se mostró a la directora y a varios de los huérfanos del lugar -mintió. Se quedó callada unos segundos pues sonaba algo extraño el video, porque si nada más hubiera sido eso no explicaría los comportamientos tan desesperados de todos- Y... Luego... El lugar incendiado -agregó con simpleza.
ESTÁS LEYENDO
Esperanza y fe (Rantaro Amami y tú) DANGANRONPA
FanfictionHISTORIA EN PROCESO DE CORRECCIÓN Un hogar, una familia... un par de amigos... una identidad... una vida... libertad... Todo eso parecía apenas un sueño, algo que se imaginaba imposible, que no cabía dentro de una realidad, que en algún momento se t...