Capítulo 14

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Alter Ego.

El juicio había dejado a todos alterados, aunque algunos lo sabían disimular bien, pues era imposible que alguien fuera capaz de mantenerse completamente cuerdo ante la situación en que se encontraban los alumnos de la Academia Esperanza.
El aura alterada de ellos se podía sentir en el ambiente cuando el cubo del elevador los regresaba a la estructura principal, pero la mayoría logró calmarse para cuando Monokuma anunció la "hora nocturna".

Eran alrededor de las tres de la madrugada, o al menos eso creía ___ al ver el reloj de la pared pues no había luz natural que le confirmara o no que era de noche.
No había podido dormir pues estaba abrumada por todo, todo lo que era su infancia, su estancia allí, las muertes, los problemas y ella misma.
Había pasado una parte de la noche en el colchón, queriendo dormir, pero después de solo rodar por la cama, frustrada, se levantó para disociar en la oscuridad mientras caminaba de un lado al otro por la habitación, pensando en como escapar.

Rantaro padecía algo parecido, mantenía el cuerpo boca arriba para poder contemplar el techo, todo esto para que fluyera con más naturalidad sus ideas. A pesar de que no era gran amigo de Togami y que varias veces no le agradaban sus comportamientos, tenía el mismo objetivo; poder encontrar a la persona detrás de Monokuma.
Mordió su labio con nerviosismo al percatarse que era muy posible que el verdadero "Director" podría estar manejando al personaje fuera de la institución, lejos de las manos de los alumnos. Eso sería una gran dificultad pues entonces sí estarían condenados hasta que alguien sobreviviera a todo eso.

- Mi hermana me está matando... -susurra la pintora, deteniéndose en medio de la habitación, recordando los comentarios de Kuwata. Lleva los puños a los costados de su cabeza, desesperada por su presente- Monokuma me está matando...

- ¿Sigues pensando en eso? -le cuestiona Amami, quien se había quedado sobre la cama, contemplándola.

Él había llegado hacía una hora, cuando notó que tampoco podía dormir, y fue a buscarla para pasar el insomnio juntos. Ella aceptó gustosa de tener su compañía, aunque pasó el resto del tiempo callada, en sus pensamientos, sin reparar en el chico.
Así que él se limitó a quedarse acostado sobre el colchón, recargado sobre su costado derecho, con el codo doblado para sostener su cabeza y fuera más fácil tener en su campo de visión a su novia.

- Necesitamos escapar de aquí... -le recuerda con pesar, sosteniendo con la mano izquierda el brazo contrario como un tic nervioso.

- Regresamos de un horrible juicio... Terminamos agotados... -comenta, con rostro aquejado- Anda, ven aquí -le pide, golpeando levemente el lado izquierdo de la cama que está vacío.

___ suspira un poco, dudando en si llegar a él y dejarse llevar por la noche o continuar con los pensamientos catastróficos. Después de unos segundos agacha la mirada, cierra los ojos y suspira con pesar, dejando ir todas esas preguntas y se acerca.
Cuando ya está al lado del mueble sube una pierna, doblándola para sentarse sobre esta, y después alza la siguiente, extendiendola para que le sea más sentido acostarse.
Termina de girar, para poder ver de frente al que se ha quedado callado durante el proceso.

Ya cerca, el chico sube lentamente la mano para bajarla por la silueta de su amante, empieza por su cabello suelto; pasando suavemente el torso de su mano por la mejilla sonrosada; por el hombro, descubriéndolo intencionalmente al jalar un poco la tela de la pijama; y finalmente la cintura, donde la detiene.
La toma de la curva con decisión y termina de acortar la distancia entre ambos, quedando a pocos centímetros un rostro del otro.
La diferencia de estaturas era bastante, pero él se las había arreglado para que sus cabezas estuvieran al mismo nivel, por lo que podía conectar sin problemas sus ojos con los de ella, disfrutando de la relajada y entrecortada respiración del contrario.

Esperanza y fe (Rantaro Amami y tú) DANGANRONPADonde viven las historias. Descúbrelo ahora