— ¿Qué tal? — se sienta en el delicado sillón que adorna el pasillo de los vestidores y mira orgullosa su creación.
Yo hago lo mismo.
— Me encanta la combinación, es preciosa— Miro mi reflejo muy satisfecha. Definitivamente, Rosa no ha perdido el toque.
La parte de arriba es un fino y grueso suéter blanco con cuello de tortuga, le sigue una falda, corta, banda alta negra, con una pequeña apertura en la pierna izquierda, bajo ella unas medias pantis negras lisas, todo ello acompañado con una chaqueta larda de cuero negro.
— De verdad que este es tu estilo, te sienta muy bien, verte como una niña rica— alza una ceja con una sonrisa— sí, es un hecho. — confirma muy segura de sí.
— Solo me falta ser rica, pequeño detalle...
Suelta una gran carcajada.
Llevamos unas dos horas jugando a combinar prendas, la ropa es realmente preciosa y de calidad, Rosa tiene mucho talento y se nota como lo ha perfeccionado. Por otro lado, la boutique es una maravilla, el sueño de toda chica con la gran variedad que posee. Es un local pequeño pero muy elegante.
Tan bien se nota que ama estar ahí, su forma de aconsejar a las clientas y la atención que les presta, escogiendo prendas capaces de hacer destellar sus ojos con tan solo admirarse al espejo, es maravilloso.
En el fondo del pasillo se escucha una discusión dentro de los vestidores. Solo me limito a mirar con curiosidad.
— Mamá, por favor, ¡te lo pido! Todas mis amigas los usan, si no me veré como una tonta. — Le implora la chica a su madre. Mientras se contonea frente el espejo con un vestido con varias tallas menos que la de ella. No debe tener más de 14 años.
Su madre luce cansada.
— Por favor cariño ve a quitarte ese trozo de tela. Si respiras un poco más fuerte de lo normal se te verá el trasero. — la chica vuelve a entrar exasperada al vestidor.
Veo como Rosa no se perdió nada del espectáculo, se le nota divertida.
— Deberías ir a echarles una mano, ¿no? — le digo mientras me mira con una sonrisa de medio lado.
— Si claro, decirle a una madre como debe vestir a su hija y explicarle a una adolescente que para verse linda no debe mostrar el trasero. Creo que sería más fácil eliminar la hambruna a nivel mundial. — señala como aun madre e hija están todavía discutiendo.
— Tampoco exageres, solo será darle a la chica una opción menos... reveladora.
Respira hondo mientras organiza unos percheros.
— La última vez que intente hacer algo similar, una muy furiosa madre insinuó que pretendía inducir a su hija por el camino de la prostitución. — es inevitable no reírse imaginando Rosa en esa situación. — Así que en estas situaciones, prefiero mantenerme al margen.
Una hora después, Rosa dejo a cargo una de sus empleadas y nos dirigimos a visitar algunas tiendas de cosas de hogar. La misión era encontrar sartenes y un juego de sillones. Pasamos por varias para tener diferentes opciones. Había muchos objetos hermosos
No, nunca pensé que fuese tan satisfactorio comprar cosas para mi piso.
Ya vamos por la cuarta tienda y al entrar es casi imposible que toda mi atención no se fuera hacia la sección de pequeñas plantas de macetas.
Escucho detrás de mi refunfuñar a Rosa.
— Suéltalo. — Señala al cactus ya en mis manos. — o si no, no te quedara nada para comprar lo importante. — cruza los brazos sobre su pecho.
ESTÁS LEYENDO
Destellos de Voz | Castiel CDM
FanfictionOlivia y Castiel fueron víctimas del verdugo más letal y despiadado. El gran némesis del primer amor. "Crecer." Caminos y metas diferentes, una gran brecha separaba sus destinos... Al menos por un tiempo. Un feroz reencuentro de algo que hace mucho...