Capítulo 9

133 18 5
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hoy no era un buen día.

No, no...

Hoy era un terrible día.

Y talvez era porque ocurrió un corto circuito en mi piso y no tenía servicio eléctrico, o porque gracias a eso no desayune, o porque aún no tengo auto, o por el frío de los mil demonios que me tiene titiritando partes de mi cuerpo que ni yo sabía que podían hacerlo.

El punto es...

Que este no era mi día y todos los hechos se encargaron en recordármelo en cada momento.

Tenía unas ojeras enormes y probablemente solucionarlo con gafas oscuras era una exageración tomando en cuenta que no hay un misero rayo de sol capaz de traspasar la barrera de nubes grises sobre la ciudad. Pero realmente no quería, ni tenía ganas de aplicarme un gramo de maquillaje.

Ni de hacer contacto visual con el resto del mundo.

Entonces, mientras me tomó un café, pretendiendo que eso va a tapar mi falta de comida, espero que llegue la hora de mi siguiente clase.

Unos instantes después veo como entre la gris multitud algo demasiado anaranjado viene revoloteando hacia donde me encuentro con demasiado entusiasmo, más del que puedo soportar en este momento.

— Te ves fatal — apunta una muy sonriente Hanna y sin ningún tipo de filtro.

— Y tú te ves como una zanahoria — respondo, hundiéndome en la tasa de café, luchando para no soltar algún comentario inapropiado.

— Hoy toca naranja — dice con demasiado orgullo en su voz, y su vista se pierde entre las personas frente nosotras. Dejándonos en silencio unos segundos — Creo que tenías razón con respecto al concierto, es mejor que no vaya yo tampoco... — no puedo evitar que mi seño se frunza al escuchar eso, su voz siempre enérgica suena insegura. Situacion que me hizo desencajar un poco.

— ¿De qué hablas? No te cortes en ir, créeme a veces ir sola a eventos así es genial, probablemente hasta lo disfrutes más. — Ella me presta atención y me dedica una sonrisa apenas perceptible. Veo como tiene una lucha interna consigo misma antes de responder.

—No es eso... Solo que, creo que no encajo en ese ambiente... — su mirada está fija en sus coloridos zapatos, evita alzar el rostro, al continuar — ayer compré mi entrada, pero después de pensarlo me arrepentí. Ya que tú tampoco quieres ir, probablemente conozcas a alguien que sí — me ofrece el boleto en su mano. Ella solo me evita la mirada.

Obviamente, algo no me cuadra para nada en todo esto.

No hago ni siquiera el ademán de recoger lo que me ofrece. Tomo sus muñecas, en busca de su atención.

— Hanna, no creo que seas el tipo de chica que necesite encajar para sentirse cómoda. — Lo cual es una realidad porque su personalidad, ropa y esencia realmente que siempre resaltaría vaya a donde vaya y en el poco tiempo que llevo conociéndola, eso jamás supuso un problema. Fijo mi vista en sus ojos. — Entonces, dime... Algo sucedió ¿No?

Destellos de Voz | Castiel CDMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora