Capítulo 10

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La luna llena hace que esta fría noche se vea bastante iluminada. Luego de un rato largo rodando en la autopista se ve a lo lejos una gran carpa bastante iluminada, algunos reflectores provenientes de esta acompañan la luz de la luna.

No esperaba que fuera un sitio cubierto, pero es lo más razonable tomando en cuenta el clima. Varios autos al frente están se dirigen en la misma dirección.

Un sonido rítmico a mi lado llama mi atención, sonido que proviene de la inquieta pierna de Hanna. Está jugando con sus dedos y tiene la mirada perdida en la ventanilla del auto.

— Le harás un agujero al suelo. — menciono en un tono jocoso apuntando a su pie. Ella me mira sorprendida y ríe algo avergonzada.

— Lo siento, es que estoy algo nerviosa. — lleva su mirada de nuevo a la calle. — Hace bastante, no voy a evento así. — no puedo descifrar como se siente porque tengo la mayor parte de mi atención en busca de un sitio para aparcar, pero puedo entenderla...

Tal vez no tenemos los mismos motivos, pero yo también estoy bastante nerviosa.

Hoy ella está realmente linda, tiene un lindo vestido verde oscuro, acompañado de unas medias panties oscuras y una gruesa chaqueta marrón con bastantes pines, pero nada que se vea recargado, siento que se esforzó para pasar desapercibida.

Yo por mi parte opté por un estilo bastante oscuro, un vestido negro, cuello torga ajustado y una chaqueta de cuero negra que aísla bastante bien el frío.

Al lograr encontrar un sitio bajamos del auto. La corriente de aire frío chocó directo contra nosotras; mirando un poco más de cerca el sitio, me es absolutamente sorprendente al ver la gigantesca carpa blanca donde se está acumulando toda la multitud, que exista una de tal tamaño.

Caminamos a paso firme hacia la gran estructura, junto a mí, una extrañamente callada Hanna aún no se digna a sacar palabra de su boca a menos que yo le saque tema de conversación.

Al llegar al puesto de control, revisan que no tengamos nada indebido y nos permiten pasar posteriormente, al entrar es aún más sorprendente, es realmente espaciosa, luces por todos lados, el piso sí es completamente césped, pero todo el resto está cubierto.

Instantáneamente, al estar dentro siento como un calor abrazador colma el ambiente. No sé si haya algún sistema de calefacción o será el calor que emanan los cuerpos de la multitud, lo que es cierto es que la temperatura es mucho más amena que la del exterior.

Un suspiro de lo que creo que es satisfacción a mi izquierda rompe mi momento de apreciación.

— Esto se siente mucho mejor. — Veo como el rostro de Hanna adquiere más vida.

Hay una gran cantidad de puestos de comida, bebida y mucho merchandising de las bandas que van a estar dándole ambiente a la velada. La castaña a mi costado mira su alrededor como una niña pequeña, pero no es hasta que ve un sitio que llama su atención que tira de mí, como si se tratara de su madre, para que la acompañe a un modesto puestito de lo que creo que es la banda que le gusta.

Destellos de Voz | Castiel CDMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora