La vida en el Seattle Greace -Grey's Anatomy-

14🫀

Abre al puerta.

-¿__? ¿Qué haces acá y a estas horas?

-Creí que como ibas a estar solo cuidando a Sofi capaz necesitabas compañía, ¿Tienes hambre? Te traje un vino, comida china y un helado. ¿Puedo?

-Si obvio pasa. -Agarra la bolsa.

-Hola amor...-Cargo a Sofi. -Es tan hermosa.

-Salió a su padre. -Sonríe.

-Claro lo que tu digas. -La dejo en la alfombra nuevamente.

-¿Ya estabas desde hace un rato?

-¿Por qué?

-Es que creo que hace 8 minutos se fueron las chicas.

-¿Me crees capaz de esperar 8 minutos después de que las chicas se fueran? Fue pura coincidencia.

-Okey, ¿Quieres comer?

-Si, tengo mucha hambre.

-¿Trajiste 4 cajas de fideos? Si que tienes hambre.

-Si claro, nunca se sabe cuanto te puede llenar una caja de fideos. -Disimulando un poco.

-Con una caja todos se llenan.

-Como dije, nunca se sabe.

-¿Cómo estás del tiroteo?

-¿Yo? Perfecta, ya me olvidé la mayor parte de ese día, ¿Y vos? -Lo ayudo poniendo los cubiertos en la mesa.

-Bastante bien la verdad, no pensé que me iba a recuperar tan pronto.

-¿Vasos?

-Allá.

-¿Tienes agua?

-¿No tomarás vino?

-No no, no tengo muchas ganas.

-En la heladera hay.

Busco el agua y sigo con la conversación que teníamos.

-Eres Mark Sloan, era de esperar que te recuperaras pronto. -Pongo los vasos en la mesa cuando Sofi empieza a llorar. -Uy no, Sofi...

-Es que tiene sueño, hoy Callie me dijo que no había dormido siesta.

-¿Tienen leche?

-Si, ahora se la caliento.

-Bien papá ya te calentará la leche So. -La cargo en mis brazos y empiezo a hamacarla para que se calmara un poco.

-Ten.

-Gracias. -Le doy su leche.

-Serías una excelente madre.

-¿Eso crees?

-No lo creo, lo veo. Como eres con Sofi, como tratas a Zola no me quiero imaginar cómo serías tú de madre.

-Bueno eso espero, ser una buena madre.

-En un futuro seguro.

-Si, en un futuro obvio. -Río exageradamente.

-¿Estás bien? ¿Quieres que la cargue?

-Ah no, estoy perfecta y por Sofi no te preocupes que no me molesta.

Seguí hamacándola un poco más y dándole su leche hasta quedar profundamente dormida.

-¿Dónde la dejo?

-Ven, ponla en su cuna. -Me guía hasta su habitación. -Ahí déjala.

-Me muero, tienes una cuna al lado de tu cama, es muy tierno.