La vida en el Seattle Greace -Grey's Anatomy-

32🫀

Estas semanas habían estado muy tranquilas, una cirugía cada día era como ganar el premio Nobel todos los días.

Caminando para encontrar a alguien y charlar un rato para que pase el tiempo y encuentro a Jo en los pasillos.

-Hola, ¿Qué haces?

-Viendo como la lluvia cae y cae, esto es lo único que no me gusta de Seattle.

-Me pasa igual, la idea de tener que caminar abajo de ella ya me da escalofríos.

-A que no sabes lo que me enteré.

-¿De qué te enteraste?

-Mark va a vacacionar con Valentina en la casa de los padres de ella, va a conocer a sus papás, todo pasó muy rápido.

-¿Y cuánto tiempo se va?

-Me dijeron que era por bastante tiempo, como que él quería despejarse un poco.

-Todo es muy raro, pero bueno si él quiere tomarse un tiempo, que se lo tome.

-¿No harás nada?

-¿Qué puedo hacer? Si te acuerdas que estoy saliendo con Cormac.

-No es algo serio, ¿Y la bebé?

-Claro eso, que haremos con la bebé, voy a tener que hablar con él si lo llego a cruzar.

Tratando de encontrar a Mark me cruzo a Cormac.

-Hola linda, ¿A quién buscas?

-A, ti claro, te buscaba a ti.

-¿Si? ¿Qué necesitas?

-Me olvidé, juro que te estaba buscando pero me olvidé completamente que te iba a decir.

-Bueno, tengo una excelente idea para esta noche, parece nuestra primera cita bajo la lluvia.

-Que linda que sos, agradezco haberte pedido salir.

-Te lo agradezco yo también. -Empiezo a besarlo...

Flashback*

-Soy Mark.

-__ un gusto.

-Gustazo diría yo. -Recibe su trago. -Brindemos por algo.

-¿Por qué brindaríamos? -Levanto mi copa.

-Por este encuentro.

-Pero ni te conozco. -Río.

-Bueno...ya nos conoceremos. -Brindamos.

********

-¿Qué te dije? Pídeme y te ayudo.

-Te pido que te acuestes a mi lado.

Y eso hice, me acomodé lentamente a su lado y apoyé mi cabeza en su hombro.

-Pequeña Shepherd me obedece, ¿Qué es esto? -Ríe.

-No rías que te hará presión en el pecho. Te debo varias cosas, lo de hoy por ejemplo te lo voy a deber siempre. -Le doy un beso.

********

-Se cae mi anillo al suelo. -Dios, ¿Dónde está?

-Te ayudo a buscarlo.

-No puedes, tu pecho. -Pongo mis manos en él.

-Mi pecho está perfectamente curado y operado, es como que si nunca tuve una bala dentro de mi, ¿Quieres verlo para asegurar? -Sonríe.

Nos agachamos a buscar el anillo, era tan delicado que no se alcanza a ver tan bien.