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Desde muy temprano fui al hospital, Richard me había mandado a llamar porque quería hablar conmigo. El día no se prestaba para nada, estaba horrible y no dejaba de llover ni un segundo, y como no tenía mi auto propio porque ni la identidad le quedó, tenía que esperar a un taxi que viniera a buscarme.

-Afuera esta lloviendo muy fuerte, no me gustan para nada estos días y encima tengo que esperar a que un taxi tenga que buscarme para poder venir.

-Si no me decías que estaba lloviendo no me daba ni cuenta. Y quien te manda a manejar mientras hablas por teléfono.

-Ni un poco de compasión tenes en ese corazón de hierro. Bailey, ¿Viste a Richard?

-Si, esta en su oficina, ¿Cómo andas?

-¿Con esto? Ya no aguanto, necesito que pare todo, las hormonas las tengo enloquecidas.

-Todas pasamos por eso, yo lo pasé y ahora verte enloquecida me causa un montón.

-Ay me encanta que te causen mis problemas, la verdad, tengo una sonrisa de punta a punta por esos hechos. Voy a ver a Richard, luego hablamos.

-Te espero, pero avísame como me tengo que preparar, con una bolsa de boxeo, con unos pañuelos, etc.

-A la que menos le voy a avisar es a vos, eso si anota. -Me sonríe, nosotras somos de bromear de esa forma, sin largar una carcajada pero por dentro nos morimos de risa.

Oficina de Richard*

-Hola, me dijeron que querías hablar conmigo.

-Si, quería ver como estabas desde el accidente.

-La verdad que muy bien, ¿Cuándo empiezo a hacer cirugías? Si se puede decir así.

-Quiero revisarte bien antes de que empieces a trabajar, como abuelo de la bebé necesito saber que esta todo bajo control.

-¿Disculpa? ¿Abuela de la bebé? -Sonriendo.

-¿No lo soy? Quiero serlo como soy abuelo del Tucker, de los hijos de Amelia y la bebé de Meredith y Derek.

-Si te sabes el nombre, te dejo que seas el abuelo, te escucho.

-Emily.

-Emily es mi segundo nombre. Pero bueno bien por intentarlo, obvio que quiero que seas el abuelo. -Lo abrazo. -Eso si, acepto regalos, pañales y toallitas de cualquier marca. -Le dedico una sonrisa y vuelvo a abrazarlo.

-Podes volver a trabajar.

-¡¿En serio?! Gracias papá. -Río. -En serio lo necesitaba un montón, necesito comprarme un nuevo auto porque es la primera vez que vengo en taxi y ya no quiero volver a hacerlo. -Frustrada.

-Y por un tiempo te vas a tener que aguantar a venir en taxi, porque no creo que haya alguien que quiera prestarte el auto.

-Fue un accidente leve.

-Ve a prepararte que de inmediato empezas.

-¿Tiene que ser hoy?

-Ah, ya venís con querer vacaciones.

-Es un chiste, obvio que quiero.

-Llévale estos papeles a Mark, tu responsable.

-Okey, serán dados.

Salgo de la oficina.

-Hola __.

-Ay hola, ¿Cómo andas? -Lo saludo con un beso en el cachete.

-Estoy dando vueltas por el hospital, acabo de tener una cirugía así que por un tiempo me encuentro libre.

-Este es mi primer día, hablé con Richard y me dijo que ya podía empezar cuando quisiese.

La vida en el Seattle Greace -Grey's Anatomy-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora