Cerberus

Capitulo Zwei

Título 4 deberes de los aspirantes
Título 5 derechos de los aspirantes.

Libro 1a, Rangos, requisitos para acceder.

Capítulo 1 Oficiales.
Capítulo 2 Cabos.
Capítulo 3 Cadetes.
Capítulo 4 Sargentos.
Capítulo 5 Tenientes.
Capítulo 6 Capitanes.
Capítulo 7 Comandantes.
Capítulo 8 coroneles.
Capítulo 9 Generales.

Libro 2a Comando General

Capítulo 10 Funciones.
Capítulo 11 Obligaciones.
Capítulo 12 Funcionamientos.
Capítulo 13 Comando general.

Libro 3a, Instalaciones.

Capítulo 14 Equipamiento armamentístico.
Capítulo 15 Equipamiento tecnológico.
Capítulo 16 Equipamiento investigativo.
Capítulo 17 Equipamiento Financiero.
Capítulo 18 Equipamiento Logístico.

Río de Janeiro, Brasil.
Asteria Magno.
Dos horas, dos minutos, treinta y seis segundo.

Las trompetas suena, pero yo ya estoy lista, el hecho fue que no pude dormir de la emoción, tengo habitación propia, ya que se supone que debo compartirla, en este ejército de 2000 hombres hay 8 mujeres, solo 8 pertenecientes a tropas, hay más en lugares como el hospital o de psicólogas, pero como tal en tropas solo hay 8 conmigo son 9 cada habitación puede tener a dos personas y como soy la nueve tengo la habitación para mí sola.

Ayer me llamo Leá le conté lo hermoso que es esta central y solo supo gritar de la emoción, también me llamó papá y mamá, Nala me saludo desde lejos en la llamada de Leá.

Me amarró las botas militares negras enormes que tengo. Salgo trotando hacia las oficinas, ayer el oficial me enseñó todas las instalaciones y mi habitación, hay dos edificios llenos de agentes de las FMSE, pero solo hay un piso para las mujeres, ninguna tiene un cargo más alto que de sargento, mi padre dice que después de llegar a sargento dejas de compartir habitación y al parecer eso sí aplica a los hombres no a las mujeres.

Las FMSE son machistas a morir. Su filosofía solo se basa en dejar gobernar a los hombres, el comando general solo tiene hombres, dos de ellos mis tíos. Muchas personas dicen que es para controlar a la persona más peligrosa de esta identidad, mi padre. No pongo a prueba esa teoría, se escucha mucho de mi padre.

Subo las escaleras de dos en dos, llegando al último piso, abro la puerta de las salas de reuniones y caigo en cuenta de que cometí un error, un error enorme. ¡Mierda! Fueron los nervios, debí golpear y esperar a que dijeran adelante para poder pasar. No se nada de eso. Sus miradas me gritan que he cometido un error brutal.

    —Buenos días, señores—. Realizó un saludo militar, no miro a ninguno a la cara, la única mujer que hay en esa habitación es una persona de ayuda doméstica, una mujer que hace parte de la logística de alimentación, ella es llamada Florencia, la tratan muy mal, ayer vi como la trataban—. Soy la oficial Magno, es un honor para mí estar en esta base.

   —Siente sé—. Me dice el coronel, su tono me hace tragar fuerte, tomo asiento, hay un capitán, un comandante, un teniente y un sargento en esta sala—. El viernes en la noche será la misión Santos, es una misión de captura, vamos a ir por De Santos y tu niña serás la carnada.

Me habla el coronel en portugués dios gracias al cielo estoy entendiendo todo.

   —Señor, le solicito que no me diga niña —. Le digo, si iniciamos con confianzas terminaremos con confianzas siempre. Mi padre me enseño bien, no voy a dejar que me traten como a las demás. Yo soy un Magno.