Capítulo Neun­und­neunzig

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Artículo 23 La batalla Campales.

La batalla campal es un tipo de enfrentamiento o combate que se desarrolla en un espacio abierto, como un campo o una llanura, y suele involucrar a un gran número de participantes. Este tipo de confrontaciones suelen ser caóticas y desorganizadas, con varios grupos enfrentándose entre sí sin seguir una estrategia militar clara.

La Batalla de Waterloo, la Batalla de Gettysburg y la Batalla de Stalingrado. La Batalla de Waterloo, que tuvo lugar en 1815, fue un enfrentamiento crucial entre las fuerzas aliadas dirigidas por el Duque de Wellington y las fuerzas francesas bajo el mando de Napoleón Bonaparte. La Batalla de Gettysburg, durante la Guerra Civil estadounidense en 1863, fue el enfrentamiento más sangriento de la guerra y marcó un punto de inflexión en el conflicto. La Batalla de Stalingrado, librada entre 1942 y 1943 durante la Segunda Guerra Mundial, fue una confrontación brutal entre las fuerzas alemanas y soviéticas que tuvo consecuencias devastadoras para ambos bandos.

Asteria Magno.
Llanto perpetuo y gritos eternos.
Día: Desconocido.
Lugar: Desconocido.
Hora: Desconocida.

      —¡Suéltala maldita mierda! — Grita Deniska. Escucho gritos de dolor y un llanto que perturba mi inconsciencia. Algo anda mal, lo sé por la forma tan espantosa en la que escucho los gritos. Por la forma tan brutal en la que escucho el llanto. Mi cuerpo tiembla por un dolor que no es mío. Un dolor que viene de un llanto agonizante y gritos incesantes. Abro los ojos despacio encontrando que arrastran a Isabella con fuerza, ella está amarrada de manos y pies. Aun así grita y llora de dolor. La tiene Inam. ¡Se la está llevando! Me muevo con dolor. Tomo mi zapato no veo nada más con lo cual atacar.

    —¡Deniska no dejes que me lleven!—Grita Isabella —Por favor… no me dejes estar con él. Por favor ¡Deniska!

La voz de Isabella está demasiado quebrada, rota, destrozada. Ella está suplicando para que no se la lleven. Hay hombres rodeando a Inam y muchos más fuera de nuestra celda. Veo el rostro de Deniska destrozado, aun así se para como un perro de peleas dispuesto a luchar.

    —¡Deniska!—. Isabella grita con fuerza. Esto es horrible, tiró mi zapato, este atraviesa los barrotes de la celda e impacta en la espalda de Inam. A unos 20 metros de aquí.

    —¡Ven y me llevas a mi cabrón!—Grito —¡Ven hijo de perra y me amarras a mí!

Llegó hasta el límite de los barrotes y el pasillo, encontrando que hay más prisioneros a nuestros alrededores. Estamos en una celda que huele horrible. Siento el sudor en mi rostro. La sensación es asquerosa.

    —¡Isabella! —Grito. Escuchando la risa que Inam me da, esa risa grita «Patética» —¡Prometo ir por ti! ¡Espérame!

Ella sigue llorando mientras dejo de ver a Inam y sus hombres. El llanto de Isabella se vuelve cada vez más leve hasta que no escucho nada más que hombres y mujeres jadeando y susurrando. No veo a Isabella. No veo a Inam y no escucho nada. Ni siquiera sé qué quería decirme. Si ella no hubiera decidido ir a hablar conmigo esto no hubiera sucedido.

¡Mierda! ¡Maldita mierda! ¿En dónde estamos? ¿Cuánto tiempo duré inconsciente? Tocó mi cuello sintiendo un dolor bastante feo. Se llevaron a Isabella ahora solo estamos Deniska y yo en esta celda.

     —No tengo respuesta para ninguna de tus preguntas —. Dice Deniska mirándome. ¿Me puede leer tan bien? — Lo único que se es que no estamos en Londres.

Me arde el cuello. Su rostro está lleno de sangre, le da un aspecto muy caótico y siniestro. Ella se mueve hacia la cerradura palpa la cerradura; sé lo que quiere hacer. Forcejearla hasta poder abrirla. Siente la cerradura bajo sus manos, manosea la cerradura tratando de descubrir que tipo, en ese momento, una bala impacta contra un barrote. Deniska retira sus manos en el instante que el metal se agrieta.

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