Cerberus

Capítulo Vier­und­zwanzig

S8: Los tripulantes de una nave marítima, fluvial o aérea deben presentarse a su unidad cuando estén bajo órdenes de zarpa o decalaje en puerto o aeropuerto nacional o extranjero, a menos que tengan una causa justificada.

C5 Sin una justificación, el componente podría sufrir castigos de grado 5 donde podría bajar de rango.

S9: No está permitido practicar la prostitución dentro de las instalaciones militares ni fomentar este tipo de comportamientos.

Parágrafo 14: bajo ninguna circunstancia se puede tratar a una compañera como se trata a una prostituta, no se le puede ofrecer dinero, ni bienes, para tener intimidad con otros componentes.

C5: El componente que incumpla está a sanción será expulsado de su comando y de las FMSE.

S10: No se debe sustraer o tomar posesión de bienes o valores que pertenezcan a otros, ya sea durante una operación militar u otra actividad relacionada con los deberes del servicio, ni intentar hacerlo.

C5: Cada soldado tiene sus bienes suministrados por la institución, no hay perdón alguno si se llega a saber que los involucrados tomaron posesión no debidas de sus compañeros, se aplicaran amonestaciones nivel 5

S11: Durante operaciones de combate, no se debe abandonar o transferir el mando a otra persona sin un motivo justificado.

Asteria Magno
Primer golpe.
Sábado 29 de julio.
Larochette, Luxemburgo.
23 horas

     —Ese mal nacido nos derrumbó toda una flota de contenedores, el contenedor de carga se hundió y con ellos un cargamento repleto de nuestras armas—. Habla Izkra ella tiene la piel blanca, su melena es blanca, sus ojos son grises claros, se ve como un ángel hasta que la escuchas hablar, ella se ve inofensiva, está al lado de su padre. Léa está en las piernas de Ikram. Mis piernas tiemblan y siento los labios de Piero en mi cuello. No ha dejado de besarme.

La mujer sigue hablando y hablan de “Cerbero” así le dicen al comandante Busbiloky en el mundo criminal. Su apodo genera pavor, pero la familia Moguilévich no se anda con juegos a menos que se quieran entretener. Me giro, preparada mentalmente, le como los labios a Piero. Inicio a besarlo de tal forma que me genera un deseo en la garganta. Sus labios son expertos y trato de seguir el ritmo.

Sus labios son tan posesivos, son tan suaves que me giro quedando completamente abierta de piernas sobre su regazo. No puedo creer lo descarada que me estoy portando. «Yo no soy así». Tomo su cabello entre mis manos y tiró de este varias veces en donde obtengo su ADN. Piero no separa sus labios de los míos, el beso se vuelve más urgido, más ardiente, más apasionado y necesitado. Sus labios me exigen tanto y demandan tanto de mis labios y siento su lengua.

«Un mafioso de mierda me está metiendo la lengua hasta el alma». Tomo todo de él, bebiéndome todo lo que me ofrece. Trato de meter toda su saliva dentro de mi boca. Siento sus manos sobre mis caderas, estas suben hasta llegar a mi seno derecho. Gimo frente a todos causando llamar más la atención cuando presiona mi seno entre su palma. Cuando escucho cadenas siendo arrastradas. Me separo del mafioso cuyo nombre es Piero, me sigue tocando como una fruta en un mercado.

Veo los ojos de mi comandante y hay algo que no logro descifrar bien.

     —Iniciaremos con la presentación de nuestras nuevas sustancias psicoactivas—. Habla Antonio Aguilar—. Este de aquí es el capitán Sebastián Maquiavelo de la central de las FMSE en sur América.

Le pegan una patada en el abdomen, está lleno de cadenas, desnudo, repleto de mugre, tiene heridas abiertas y veo marca de dientes de ratas. Está descalzo y lleva nada en su cuerpo. Antonio lo a rodilla. «Sebastián no tiene fuerzas ni para moverse». Cae al piso arrodillado, lo toman del cabello y tiran de este donde revelando en donde se muestra las venas de su cuello.