𝐓𝐞 𝐛𝐮𝐬𝐜𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬 ; 𝐉𝐮𝐚𝐧 𝐌𝐢𝐫𝐚𝐧𝐝𝐚¹

𝐓𝐡𝐫𝐞𝐞

𝐀𝐥𝐛𝐚.

Ya estábamos al día siguiente.

Emociona y eufórica,prepare una pequeña maleta para los tres días que estábamos allí.

Una vez terminé,me metí en instagram.

Tenía una solicitud de seguimiento.

"@juanmiranda ha solicitado a seguirte"

¿Por que no? Lo acepté y lo seguí ya que tenía la cuenta pública.

Ya eran las 5,fui a por algo de merendar hasta que llamaron al timbre.

Es raro,no espero a nadie.

Fui a abrir con la barrita de kinder bueno en la mano.

—¿Cómo sabes dónde vivo? —pregunté dejándolo pasar.

Era Juan.

—Tal vez,tú no te fijes donde vivo ,pero yo en ti si —agarró su maleta y entro a mi casa.

—¿Para que estás aquí? —cerré dando un portazo.

—Pues que necesito que me lleves,que Borja lo lleva la novia —se sentó en mi sofá.

—¿Pero quien te crees niñato? No soy tu chófer,ni nada por el estilo —le arrebaté el mando de la tele de sus manos.

—Joder,porfavor Alba,que no tengo quién me lleve —dijo él ya hablado un poco más serio. —Además,vamos juntos en el avión.

—¿Que? Tú que sabes niño.

—¿Que no? Ja,mira el correo.

Achine los ojos y fui por mi móvil.

Me senté a su lado.

Abrí el correo y vi un correo del Betis.

Lo abrí.

"Hola Alba,este es tú asiento,número 287 junto al 288 de Juan Miranda.
Saludos,el Real Betis balompié"

—Joder coño —bufé.

—Relaja rubita —me acaricio el brazo y yo se lo aparte de un manotazo.

—Rubita mis cojones —le miré mal.

—Sabes que en el fondo te caigo bien rubita.

—En tus sueños "Juanito".

|...|

—¿Jugamos a verdad o reto? —propuso Borja una vez estábamos en el autobús.

—Yo no juego,tengo sueño —se puso Joaquín un collarín en el cuello de esos de dormir.

—Uno menos —dijo Aitor. —¿Verdad o Reto Juan?

—Reto —respondió.

—Besa a Alba —dijo Borja riendo.

—¿¡Que?! ¡No! ¡Ni de coña! No juego —digo cruzando los brazos.

—Cambio de reto illo —el rubio pesado habló.

—Pues te reto a que cuando estemos en el aeropuerto le pegues una colleja a Toni —le rete yo.

—Vale.

Y así sucesivamente con todos haciendo varias rondas hasta llegar al aeropuerto.

|...|

—Ni se te ocurra molestarme en el avión que te mato —le advertí a Juan.

—Vale tranquilita.

Subimos al avión y cada uno se puso a hacer una cosa.

Unos estaban jugando a la Nintendo entre ellos,otros leían,jugaban a las cartas y otros simplemente dormían.