𝐓𝐞 𝐛𝐮𝐬𝐜𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬 ; 𝐉𝐮𝐚𝐧 𝐌𝐢𝐫𝐚𝐧𝐝𝐚¹

𝐒𝐢𝐱

𝐀𝐥𝐛𝐚.

Me levanté algo más animada que ayer.

Tenía el día libre y lo iba a pasar visitando Valencia.

Hacía un aire frío que te congelas.

Me metí en la ducha y puse el agua lo más caliente posible.

Me vestí con un conjunto azul,de camiseta y falda que era como de terciopelo y con uñas bambas Nike azul y blancas.

Me dolía la cabeza así que me puse las gafas y fui a desayunar.

Por el pasillo le encontré a Borja.

—Buenos días pandi —le di un beso en la mejilla.

—Buenos días Albita dinamita —me dio el otro beso.

—Tonto —le di un pequeño suave empujón en el hombro.

Los dos nos montamos en el ascensor riendo.

Ví a Juan sentado en una mesa con media plantilla y me acerqué a saludar,pero no a él.

—Hola Claudio —me saludé.

—Hola Alba,que guapa ¿no? —me alago el chileno.

—¿Y tú que partidazo hiciste ayer no? —dije.

Sentí la mirada del rubio en mí,pero era una mirada seria,estaba celoso.

Fui con Borja a por mi desayuno y nos acompañó Guardado,ya que iba a coger el suyo también.

Me cogí algo similar a lo de ayer,pero en vez de tortitas,me cogí dos mini gofres que eran enanos y un colacao.

Me senté entre Borja y Claudio y hablamos todos animadamente.

Y de vez en cuando,hacía contacto visual con el sevillano,pero no para sonreírnos. El me miraba con celos y yo le lanzaba besos.

Soy mi propia ídola.

Terminé de desayunar y fui hasta el ascensor.

Iba a subirme cuando me jalaron del brazo y me metieron en una habitación.

—Deja de acorralarme,de asustarme y de cogerme del brazo —dije al ver quién era.

Me tenía acorralada contra la pared.

Me besó sin previo aviso.

—Es la última vez que te acercas a los demás,porque Claudio Bravo podía ser tu padre —murmuró él entre nuestros labios.

—Pero no lo es,rubio.

—¿Como me has llamado?

—Te lo e dicho queriendo y no te ilusiones,no te voy a llamar así más.

—¿Vas a ir a dar una vuelta? —me preguntó.

—¿Y a ti que te importa? —le empuje pero él me agarró del brazo.

—¿Podemos ir juntos? No quiero ir solo Alba.

Lo mire a los ojos y me solté de su amarre.

Salí de su habitación sin darle una respuesta.

Me choque con alguien al salir.

Joder,hoy todo me sale mal.

—Perdón pandi —me disculpe.

—No es nada Albi,ya me iba para arriba,¿vienes? —me preguntó y yo asentí.

—Hasta luego nene —me despedí entrando en la habitación.

—Adiós guapa.

Me senté en mi cama y me terminé de pintar.

Me puse anillos y la colonia.

Hice mi maleta para no tener que hacerla luego.

Deje todo listo y baje abajo de nuevo.

Pasé por la habitación de Juan y me dio pena.

Llame a la puerta y el me abrió.

—¿Vamos? —pregunté seria.

El tenía los ojos hinchados y rojos.

¿Acaso estaba llorando?

—Si quieres... —dijo el entrando en la habitación.

Le seguí detrás de él y lo frené cuando el cogió su móvil.

—¿Que te pasa? —le pregunté.

—Nada —me respondió seco y absorbiéndose la nariz.

—Juan Miranda,¿que te pasa?

—No te lo quiero contar Alba —cerró el la puerta.

—Bueno... Pero dime solo si estabas llorando.

—Sí —me respondió.

Sin pensármelo dos veces,por mal que me caiga y me coma la boca a escondidas con el,lo abracé,porque un abrazo se le da hasta tu peor enemigo si está mal.

Lo abracé fuertemente y el me abrazó por la cintura.

Le cogí de la cara.

Por primera vez,lo besé yo.

Fue el mejor beso que tuvimos hasta ahora.

Le agarré la nuca y lo atraje más a hacía mí.

Sus lágrimas caían por sus mejillas y llegaban hacía nuestros labios,haciendo que el beso fuera salado.

—Mi abuelo está en el hospital —confesó él.

—Lo siento —susurré.

—Y quería salir contigo para despejarme un poco,no quería estar solo —se secó las lágrimas.

—Vamos —le cogí de la mano y lo besé.

El dio una leve sonrisita y me abrazó.