𝐓𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲

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Maratón 1/2

Alba.

Terminó de desayunar y voy a mi habitación por la cámara.

Bajo de nuevo y me monto en el autobús para ir al entrenamiento.

— Yo en la ventana — apartó a Borja y me siento yo primera en el asiento.

El se ríe de mí y se sienta.

Él agarra mi cámara y enfoca a mí.

Hago poses raras y algunas no tan raras mientras él se ríe.

El le encanta hacer fotos, de echo tiene una cámara.

Llegamos al donde se hacía el entreno y me baje abrochándome el chaquetón.

Borja me devolvió la cámara y andamos hacía el estadio.

— Hola — saludo alegremente a Pellegrini,Toni y Cousillas.

— Hola cariño — Toni se me acerca y me da dos besos, seguido de los otros dos entrenadores más.

Me pongo en un sitio y me dispongo a encender la cámara.

Al encenderla le doy a grabar y comienzo a grabar a Borja y a Aitor, que corren mientras hablan.

Siento que me vibra el bolsillo y cojo el móvil.

Mierda Pablo, se me ha olvidado llamarlo.

Descuelgo el teléfono y me lo pongo en la oreja.

— ¿Qué? Estoy trabajando y ayer estaba durmiendo — mentí con lo de ayer.

— Que borde. Era para saber si estabas en Sevilla, que jugamos contra el Sevilla, por si querías ir — me comentó mi primo menor.

— Estoy en Manchester. Jugamos la uefa.

Entonces nada. Mucha suerte para el equipo. Ya sabes que en el fondo soy bético — dice mi primo riéndose provocando reírme yo también.

— Adiós, luego hablamos — me despedí.

— Adiós prima.

El cuelga la llamada y guardo mi móvil de nuevo.

Me recojo el pelo en una coleta y empiezo a grabar y hacer fotos.

A los chicos les dan un descanso y noto que alguien me toca el hombro.

— Hola perdón que te moleste, pero ¿tienes alguna gomilla del pelo? Es que me está molestando el pelo — me dice Iris cuando me giró.

Me pilla de sorpresa y abro los ojos como platos, pero intento disimular.

— Em, si toma — le doy una gomilla que yo traía en la muñeca. — No me la devuelvas, quédatela.

— Gracias Alba — la rubia me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.

Iris se va hasta su "novio" y lo abraza después de hacerse una coleta.

Ellos dos se besan y me dan ahorcadas.

¿Cómo alguien puede ser tan cruel como él?

|...|

El partido finalizó con victoria para los londinenses.

Todos estaban decaídos, así que fui a animarles.

— Has jugado muy bien, no te rayes anda — ánimo a Borja que es el primero en salir de los vestuarios ya duchado y todo.

Me acercó al gallego y le abrazó.

— Eres la mejor rubi.

Le sonrió orgullosa y los dos salimos hasta el autobús.

En la calle no se oye un alma,solo el fuerte viento fresco, todo está en silencio y a oscuras, solo.

Borja y yo nos subimos al autobús y empezamos a hablar sobre el partido en lo que llegan los demás.

A nuestro lado, se sientan Juan e Iris, la cual le mira sonriendo.

— Alba — me llama una voz que es inevitable responder, le miro y el habla de nuevo. — ¿Me pasas fotos mías del partido luego? — me pregunta.

Borja suelta una risita y le doy un pequeño toque en el antebrazo, que vergüenza.

— Em, vale — le digo no muy convencida, ya que su novia me esta asesinando con la mirada.

Si tú supieras Iris.

𝐓𝐞 𝐛𝐮𝐬𝐜𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬 ; 𝐉𝐮𝐚𝐧 𝐌𝐢𝐫𝐚𝐧𝐝𝐚¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora