Capítulo 13

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"Su furia implacable"
Christine- Stephen King

Desde mi cumpleaños número trece que mi forma de pensar se volvió más sombría, todo a causa de muchas cosas que pasaron al entrar en la secundaria, pero fue mejor pensar así, siempre me gustaba estar sola y apartada, no solía hablarle a muchas personas y me sumía de manera profunda en los libros, y las cosas cambiaron un poco cuando me uní al grupo juvenil donde conocí a los chicos; Zuli y Maria fueron las culpables de convencerme a ingresar, no había aceptado porque había mucha gente animada, pero un día me dije a mi misma que debía intentar algo diferente, y me uní.
La vibra alegre de Darwin atraía mucho a las personas, en especial a los jóvenes, porque nos parecía genial que un adulto no se creyera lo suficiente "importante" como para andar con "niños", a él nunca le importaron esas cosas. Y después de conocer a Darwin, vinieron los demás; llenos de euforia por la vida, bromas sin sentido y sonrisas. Con ellos me sentía bien de compartir con personas.
Los vi y oí hablar de sus problemas, y los apoyé en todo lo posible. Pero un problema como aquel, no podía hacer nada y mucho menos cuando yo era una de las afectadas.
Pasamos de ser unos adolescentes llenos de vivacidad y libertad, a ser víctimas y rehenes.
Todos sabíamos lo que pasaría si hacíamos enojar a Buitre, o si perdíamos sus "juegos".
***
Otra vez las escondidas. Empezaba a odiar ese juego. Pero ya no estaba tan fácil, ahora todos estábamos en una sola habitación donde no había más de cuatro escondites.
Buitre era un Jodido Genio Psicópata.
Había un armario. 《Muy obvio》. Un sofá grande. 《Parcialmente obvio》. Un catre. 《Demasiado obvio》. Y una cortina 《¿Era broma no?》. No teníamos a la oscuridad de nuestro, el gran foco brillaba con fulgor sobre nuestras cabezas, podía ver con claridad a mis amigos corretear por el lugar intentando esconderse. Estábamos hechos un desastre; caras largas, ojeras, delgadez a gran escala. Si Buitre no acababa con nosotros con sus armas, el mismo tiempo lo haría.
Ningún adolescente o Darwin podía resistir algo así. Ninguna persona podría.
Ahí fue cuando todo cobró sentido para mi...
Las botas de Buitre resonaron afuera. Era el momento, todos tenían sus escondites y yo estaba ahí, frente a la puerta esperando lo inevitable.
-Emma ¿qué estás haciendo?- preguntó Miguel algo alarmado. Estaba bajo el catre.
-Emma, escondete rápido- dijo Maria asomando su cabeza de atrás del sofá.
Los ignoré y permanecí firme mirando la puerta, y escuchando los pasos de Buitre.
-¿Emma...?- comenzó a preguntar Miguel de nuevo y se calló cuando la puerta se comenzó a abrir.
Buitre me sonrió de aquella socarrona manera que tenía de hacerlo.
-¡Vaya, vaya!- exclamó y pude haber jurado que su voz hizo retumbar el lugar entero-. Una pequeña valiente-
lo miré firmemente sintiendo como se formaba un nudo en mi garganta-. ¿Te crees muy osada?
No respondí. Solo había silencio en aquel lugar. Era mi momento, moriría ahí mismo. El rostro de Buitre reflejó molestia al no recibir respuesta alguna, entonces levantó su mano e impactó un puñetazo en mi mejilla.
Caí al suelo con fuerza. Literalmente podía ver estrellas dando vueltas al rededor de mi cabeza, las luces parpadeaban.
-¡Déjala!- escuché el grito de alguien. Alguno de los chicos, pero no oí lo suficiente bien para distinguir quien fue.
-¡Otro valiente! ¿También quieres un golpe?- exclamó Buitre. Estaba furioso.
-Y no sólo él- dijo una de las chicas.
Mi cabeza iba a estallar. Mi mejilla derecha dolía, tal vez había perdido una muela, pero no estaba muy consiente de ello, solo sentía el sabor salado a sangre en mi boca.
-¡Todos están muertos! ¡Insolentes!- gritó Buitre.
Se oyó un tiro, hubo muchos gritos, e intenté levantarme y hacer algo, pero todo se volvió oscuro.
***
Oía murmullos, pero no lograba entenderlos. Reconocí algunas voces: Nahomy, Freysbett, Alexander y Ernesto... Fue cuando reaccioné y abrí los ojos. Había un gran foco sobre el techo, y me incorporé sintiendo un golpeteo en mi cabeza...
Los chicos, estaban ahí, y Buitre se encontraba en el suelo, no sangraba, tampoco estaba muerto, pero parecía haber perdido la conciencia.
-¡Emma!- exclamó Maria y se acercó a abrazarme, pero la hice a un lado y escupí la sangre en mi boca hacia otro lado.
-¿Qué ocurrió?- pregunté mirando a mi al rededor, Darwin tenía en sus manos la pistola de Buitre y todos lo miraban con atención pero voltearon a verme.
-¡Seremos libres!- exclamó Freys y algunas lágrimas corrieron por sus mejillas.
¿Sería posible? ¿Estaba soñando? El golpeteo en mi cabeza me aseguraba que no era un sueño. Entonces comencé a llorar llena de alegría.
Los chicos me contaron que después de que me golpearan todos salieron de sus escondites y atacaron a Buitre, el disparó pero entre tanto tumulto falló, los chicos lo atacaron y cayó al suelo perdiendo la conciencia. Después de un rato de examinar la situación y tomar el arma decidieron revisarlo, y encontraron las llaves del lugar en sus bolsillos, seríamos libres.
Nos preparamos para irnos, entre Alexander y Alexa me ayudaron ayudaron levantarme, y avanzar. Salimos de aquella habitación llenos de alegría, casi parecía mentira todo aquello.
Cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta.
Y encaminarse a la salida era la mejor de las fiestas.
Llegamos a la puerta final de aquel largo pasillo, la puerta que nos llevaría a la libertad absoluta.
Miré a todos una última vez antes de salir, se veían tan felices como lo eran, y mientras Darwin abría la puerta con las llaves se escuchó un tiro. Entonces Alexander cayó al suelo con un chorro de sangre brotando de su cabeza...
Instintivamente todos volteamos, ahí estaba él. Buitre. Tenía otra pistola muy diferente y sonreía, Darwin lo apuntó con la pistola que tenía y Buitre sonrió.
-Inténtalo, son balas falsas- dijo Buitre sonriendo.
Darwin disparó y la bala que golpeó a Buitre en el pecho se volvió una bola arrugada.
-¿Les divirtió el juego?- preguntó Buitre y comenzó a reír de manera tétrica.
El gato había llegado...

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Nota:*inserte risa malvada* ¿Pensaron que estarían a salvo? A puesto a que algunos si.
Queridos Merodeadores hice está maldad para que comenten y porque fue genialmente divertido :D

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