Comunidad Ratón © [Sin Editar]

Capítulo 2

Tomé asiento mientras dejaba que el fuego de mi garganta se calmara. Un trago de tequila fue suficiente, pasé la lengua suavemente por el pedazo de limón que tenía, era la tercera vez que lo lamía desde que había tomado el trago, ayudaba con el ardor en mi garganta y el aliento a alcohol. Los chicos reían mientras la música retumbaba con fuerza, la pobre mamá de Nahomy debía estar sufriendo, por suerte para nosotros su papá había salido, si no ese lugar estaría vacío y silencioso.
-¿Por qué sentada aquí tan solita?- preguntó Miguel sentándose a mi lado con un vaso de ron y Pepsi en la mano.
-No nada, aquí observandolos para luego reírme- comenté con una sonrisa divertida y el rió.
Miguel era un chico alto y divertido, tenia el cabello oscuro y la piel algo morena, delgado, en serio, DELGADO, pero no raquítico ni desnutrido, porque tragaba demasiado para ser un simple chico de diecinueve.
-Astuta la niña, esa es mi hija- dijo abrazandome con cuidado para no botar su bebida sobre mi.
En la comunidad teníamos un juego de familia. Ernesto era el padre de Zuli y Miguel era mi padre, los demás eran tíos, Alexander el primo, Darwin el abuelo y Maria era Maria. Así de simple.
-Claro Padre- sonreí.
-Oigan ustedes dos- dijo Nahomy acercándose-. Levanten su trasero huesudo de ahí, la Reina lo ordena.
-Telajeta- dijo Miguel y ambos reímos.
《Diccionario Comunidad Ratón. La palabra de hoy: Telajeta. Significado: Cállate la jeta, osea, Cállate la boca o Cierra el pico.》
-¡Levantense!- exclamó Nahomy como si de verdad fuera una reina.
Miguel y yo nos levantamos y Nahomy me dio su vaso de ron con Pepsi, según sus órdenes no podía haber nadie sin un vaso en mano.
Nahomy era sexy y lo presumía sin problema alguno, jeans ajustados y blusa hasta el ombligo, esa era su forma de presumir ese día y se veía bien, cabello castaño oscuro cayendo hasta su cintura y su mirada eran suficiente. Era hermosa y lo sabía, Nahomy no era de las que perseguía a los chicos, no, no, los chicos la perseguían a ella, pero a ella le daba igual.
-Emma se social- dijo Alexa cuando me acerqué al grupo, entonces todos reímos.
-Si claaaro- dije con sarcasmo.
-Ella no puede, de que en todo el año escolar se la pasó sola ignorando a todos la mayoría del tiempo- omentó Alexander tomando un trago de su vaso.
-¿En serio?- preguntó Ernesto sorprendido.
-En serio- respondí con sinceridad.
-¡Dios, Muchacha! A ver si te haces más sociable- exclamó y todos reímos, había sonado como una mujer chismosa y entrometida.
-Ojalá Fernández, ojalá- dijo Alexander.
-Nah, ella está bien como está- dijo Freysbett dedicándome una sonrisa.
-Menos habla y más beber- dijo Nahomy llegando con un nuevo vaso para ella.
Tomé un trago del vaso que me había dado, no sabía mal, dulce y ardiente, muy bueno, pero no era mi fascinación, tenía que encontrar la manera de deshacerme del resto cuando ya no quisiera más.
Bailamos, bebimos, fuimos los jóvenes que éramos, sin contar a Darwin, pero el tenía alma joven así que podría valerse. Fue divertido mientras duró. Primero se fue Darwin, esa noche no había bebido nada porque tendría que conducir, se despidió subiendo a su pequeño auto blanco y se fue. Luego le siguió Maria, quien llevaba media hora masticando goma de mascar de menta para ocultar el olor a alcohol en su aliento, su madre la fue a buscar en el auto azul metálico y Maria actuó como si solo hubiera estado bailando y comiendo. Y luego me fui yo, no tuve que masticar chicle, mi boca olía a limón y crema de ajo con pan, realmente horrible, mis padres llegaron a eso de las once y tocaron la bocina desde la entrada, tomé mi bolso, me despedí de los chicos y corrí hacia el viejo auto amarillo de mi padre, mi mamá se bajó dejándome pasar para sentarme junto a mi papá que conducía y ella, una vez adentro me despedí por última vez de los chicos y me fui a casa con ganas de haberme quedado, mientras respondía el interrogatorio de mi madre sobre lo que había hecho entonces.

La mañana siguiente, casi a medio día llamé a Freysbett para preguntarle como les había ido después de que mis padres me buscaron. Contestó después de tres repiques.
-¿Aló?- escuché su voz a través del celular, se escuchaba cansada.
-Good Morning Freys- la saludé emocionada.
-Aja god mornin o como sea, mi niña-respondió y reí.
-¿Cómo les fue ayer?- pregunté.
Estaba acostada en mi cama mirando televisión, no había ningún programa o película bueno entonces.
-Una locura total, el gordo vomitó entre unos arbustos, rompimos unas cuantas sillas- dijo entre risas-. Debiste haber visto a Nahomy dando órdenes a diestra y siniestra. De verdad parecía una reina.
Reí con ella.
-Me imagino, ¿qué más?- miré el techo lamentando no haber estado aquella noche.
-Ummm ahora mismo no me acuerdo, estoy muy cansada, me acabo de despertar y voy camino a casa para descansar antes de esta noche.
-No importa, ve y descansa, hablamos luego.
-De acuerdo mi niña, hasta luego.
Y colgué.
Estaba aburrida así que comencé a leer por mi celular, desventajas de no encontrar los libros, pero no podía concentrarme en la lectura, me imaginaba las locuras que habían hecho los chicos y comenzaba a reírme de la nada. Decidí dejar de leer y me levanté de la cama, era el momento de preparar mis cosas para quedarme esa noche en casa de Miguel. Con mucha rapidez llené una pequeña mochila con un poco de ropa, mi cepillo de dientes para viajes y otras cosas como desodorante. Se notaba mi emoción de lejos. Mis padres estaban trabajando así que no podían quejarse de que preparaba todo muy temprano. Era libre, por lo menos hasta que llegara mi padre con el almuerzo. Coloqué un poco de música para entretenerme, pensando en que podríamos hacer de loco aquella noche. Lo más seguro era que nos meteriamos en problemas, yo esperaba a que no fueran problemas muy serios, pero de seguro me equivocaba.
¿Qué cosa mala podría pasar cuando te divertías con tus amigos?