6 años después
Caminé por aquella calle, no había cambiado mucho desde la última vez, las casas eran las mismas, algunas lucían remodeladas, otras descuidadas, pero eran las mismas; los robles, eran más grandes y gruesos, pero ya habían dejado de pintarlos con blanco. La Calle Nueve de la Avenida Los Robles Blancos parecía más La Calle del abandono. Y no era de extrañarse. Después de los sucesos ocurridos seis años atrás ¿quién se hubiera quedado allí?.
Ahí estaba el gran roble que buscaba, el más grande de todos en esa calle, y a sus pies estaba el viejo altar de concreto y cerámica que habían hecho a las víctimas de la masacre, seis años atrás aquel altar se llenaba de velas y flores, y así fue durante todo un año, pero después las flores y la velas poco a poco fueron desapareciendo, y el altar se veía sucio, pero claramente en la pared se podían leer todos los nombres de las víctimas, y entre los últimos relucían los de mis amigos.
Seis años. Parecía un sueño. O más bien una pesadilla. Durante seis años tuve muchas pesadillas sobre lo ocurrido y venían más.
-Has crecido, mocosa- dijo la voz ronca de un Miguel adulto que llegaba a mi lado.
Seguía siendo más alto que yo, solo se veía mayor y tenía una barba corta, llevaba un gran abrigo negro a causa del frío que hacía esa tarde. Ambos sonreímos. ¿Hace cuánto que no nos veíamos? ¿Cuatro años?. Si. Desde que mis padres había decidido mudarse lejos cuatro años atrás no lo veía más que por las fotos de las redes sociales. Era algo raro tenerlo cerca.
-Linda barba, viejo- respondí riendo un poco.
-Hija, respete- respondió él.
-Tiene razón, te ves viejo- dijo Nahomy haciéndose presente.
Hermosa, fabulosa y sensual. Así se vio Nahomy toda la vida, y se seguía viendo así, sólo que con abrigo no se le notaba tanto lo... Nahomy.
-Llegó la Churnia- comentó Miguel con cierta burla. Parecía que nada había cambiado-. ¿Trajiste la cosa?
Nahomy asintió y de su cartera sacó una vela gruesa de color rojo, la colocó en el altar, entonces Miguel sacó un encendedor de su abrigo y encendió la vela.
La luz de las llamas hacia relucir los nombres de las personas que habían sido nuestros amigos y que tuvieron un terrible destino.
***
-¿Qué tal la universidad, Emma?- preguntó Miguel sirviendo un poco más de vodka a la bebida que preparaba con jugo de frutas.
-Pues... bien, me gusta mucho, aunque consume casi todo mi tiempo- respondí con una sonrisa.
La casa de los padres de Miguel, era una vez el centro de reunión para beber algo de alcohol. Pero ya todos éramos adultos... más responsables.
-¡Apresura esa bebida!- le gritó Nahomy a Miguel y reí, lo único que faltaban eran los demás.
Bebimos y hablamos, cómo si fuéramos los jóvenes de hace seis años, conversando y riendo sobre lo que los demás habían dicho sobre algunas cosas que pasaban en nuestra vida. Los recuerdos de los más grandes momentos vivían en nuestras risas.
Seis años atrás fueron asesinados nuestros amigos, por un loco maníaco que la policía nunca encontró. Todas las noches deseaba que se hubiera esfumado de la faz de la tierra, que hubiera muerto desangrado esa última noche; quería con toda mi alma recibir o leer la noticia de que su cuerpo había sido encontrado, así podía asegurarme de que mis amigos podrían estar en paz en el más allá, y que mis pesadillas acabarían, pero nunca ocurría, y los fantasmas del pasado solían espantarme a veces.
Incluso esa noche, riendo y bebiendo con Nahomy y Miguel, pensando en el pasado, mis viejos fantasmas me atormentaron, o tal vez no eran los fantasmas, y el sonido de sus botas, que no paraba de escuchar, era tan real como su sombra.
Fin.~~~
Ya dejé en claro mis agradecimientos, pero a lo largo de esta historia se han unido más personas a quienes gustaría agradecer:
-Mi prima, por ser tan insistente y apoyarme.
-Los lectores del grupo de TST por volverse locos con mi historia.
-Y todos aquellos fantasmas que aunque no se hicueron presentes se que estaba ahí.
Gracias por todo y mi noticia especial es que pronto, bueno no tan pronto, les traeré una historia corta sobre la vida de nuestro amado asesino Buitre. ¿Sentían curiosidad por el gran tipo? Pues pueden vencerla con mi próxima historia: El Pájaro Negro. Pueden estar al tanto en mi perfil para agregarla a su biblioteca cuando la comience a publicar.
Una vez más, muchas gracias por leer.
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Comunidad Ratón © [Sin Editar]
TerrorSólo éramos un grupo de amigos pasándola bien; siendo traviesos y divertidos, unos completos locos de remate, jamás imaginamos que las cosas se saldrían de control, pero así fue... Todo resultó en desastre.