Capítulo 18

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"Ven a mi lado pequeña,
Sabes que quieres acercarte,
Lo peligroso es atrayente,
¿Puedes sentir como mi sangre arde?
Acércate un poco más,
Así es, te siento muy caliente;
Tu carne está suave,
Solo será un corte,
Allí va tu sangre,
Deliciosa, placentera,
Duerme en mis brazos,
Sólo será algo eterno."
***
Quería ser la siguiente, no podía aguantar más. Me había hartado, y en esa ocasión iba en serio.
No podía ver más como aquel tipo acababa con la vida de mis amigos.
Miré a los chicos con tristeza.
-No puedo más- dije volteando a ver a Buitre de pie sobre la puerta.
-No quiero ver esto- dijo Maria escondiendo su rostro en el hombro de Nahomy.
-¡Hey tú!- exclamé colocandome de pie frente a Buitre.
-La pequeña valiente tiene otro ataque de osadía- comentó Buitre entre risas-. No te mataré, aunque me provoques no lo haré aún.
¿Qué  dijo? Lo miré con confusión y temor.
-¿Q-Qué- pregunté vacilando. No entendía nada.
-Se acabaron los juegos- respondió Buitre pasando su mirada por cada uno de nosotros-. Morirá uno por día.
Mi cabeza comenzó a dar vueltas. ¿Ahora todo sería así? ¿Quién moriría ese día entonces?. Quería ser yo, quería ser la siguiente en morir, pero ya Buitre había dicho que no era mi turno, no aún.
***
¿Puedes oírlos?
Están sufriendo
Gritan mi nombre
¿Lo estás oyendo?
Alguno morirá esa noche,
Despídete,
Podrías ser el siguiente,
Tu sangre puede ser mi próxima satisfacción,
Cierra los ojos y déjate llevar,
No es una pesadilla,
Es la realidad.

Buitre no paraba de pensar en cual de ellos mataría, ni como lo haría, se estaba quedando sin ideas, su cabeza era un profundo pozo sin nada, pero necesitaba a alguien, deseaba con desesperación acabar con alguno, verlo llorar, u oírlo gritar.
Su cuerpo se lo pedía, su mente se lo exigía. Todo su ser quería sumirse en la droga que aquellos chicos le proporcionaban.
Acabaría con uno...
¿Pero cual?
Tenía sólo cinco opciones. La chica alta y delgada de cabello largo, era muy contestona y nunca podía cerrar la boca; la chica morena y alta, era un poco corpulenta, pero muy callada y temerosa, casi nunca hacia nada mas que quedarse en silencio intentando no llorar; la otra chica morena que estaba usando lentes cuando la atrapó, era un poco subida de peso y casi siempre que hablaba no se le entendía nada por su forma extraña de decir las cosas; o el chico alto y delgado, era retraído pero defendía a sus amigos... Era el último hombre que no había matado.
Pensó en la pequeña de cabello corto, pero ya había dicho que no le haría nada, no por lo menos ese día...
Su cabeza era una tormenta de decisiones sin tomar ¿a quién  mataría? ¿con quién iba a saciar sus ganas de ver sangre y dolor?
Decidió observarlos unos minutos más, ver como discutían entre ellos a causa de la desesperación, la chica a la cual no se le entendía mucho gritaba una y otra vez que quería morir ella, que no lo iba a aguantar más, eso aburría a Buitre, no quería matar a alguien que lo quisiera tanto, no era tan divertido de aquella manera.
Entonces la vio, mirando desde la esquina con los ojos cristalizados por las lágrimas que se avecinaban, se acercó a ella y todos los demás concentraron su atención en su amiga que había comenzado a llorar mientras susurraba: "yo sabia, yo sabia".
A Buitre le encantaba aquel llanto silencioso, lo hacía sentirse poderoso, más de lo que ya se sentía.
Oyó a la pequeña llorar el nombre de su amiga...
Ese nombre le gustaba, le causaba mucha gracia.
Maria, Maria, Maria
Parecido a María, la virgen.
¿Quién diría? El diablo mataría a Maria.
Si que se divertía pensando en ello, rió y rió.
Tomó a Maria por el cuello y clavó su cuchillo en el vientre de la joven.
Ella chilló de dolor y un grueso hilo de sangre comenzó a manchar la ropa de la chica.
La dejó unos segundos chillando de dolor, sabía que los demás lo maldecían una y otra vez, pero el sólo podía oír el llanto de su víctima. Una oleada de placer recorrió su cuerpo, los tenía donde quería, todos y cada uno de ellos estaban a su merced.
¡Oh que delicia!
Volvió a concentrarse y esta vez cortó el cuello de la chica, acabando con su carótida y su vida, dejándola caer sobre el suelo que comenzaba a inundarse de sangre.
Escuchó el llanto y los insultos de los demás, lo cual lo hizo sonreír.
Era grande y poderoso, ni siquiera todos ellos juntos podrían acabarlo.
Ya había ganado.
Todos estaban perdidos.

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Lo siento si me tardé un poco en actualizar, estuve tres horribles días sin nada de conexión a Internet, pero he regresado.
Y les traigo el reparto, lo dejé en la imagen multimedia para que pudieran darse una idea de quien es quien. Hace tiempo que lo tenía, pero se me había olvidado mostrarlo -no me maten- espero que les guste, El hijo perdido de Picasso y yo estuvimos mucho tiempo buscando a los actores perfectos y después de un arduo trabajo de búsqueda los encontramos. Y la única razón por la que no está Buitre es porque es mejor dejarlo a su imaginación.

Comunidad Ratón © [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora