Una santa falsa en un juego de harén inverso (+19)

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—¿Qué? ¿Qué pasa?

Pulsé el botón de cierre de sesión hasta que mi vista se llenó de ventanas traslúcidas del sistema, pero al final no pude salir del juego.

<SISTEMA> Se ha producido un error. No se pudo realizar el cierre de sesión.

¡Bip-!

<SISTEMA> Se ha producido un error. No se pudo realizar el cierre de sesión.

¡Bip!

<SISTEMA> Se ha producido un error. No se pudo realizar el cierre de sesión.

¡Bip bip!

¿Es mi imaginación que el sonido de notificación del sistema sea especialmente agudo hoy?

—Sólo déjame volver a la realidad.

Demandaré a la empresa hasta que quiebre.

Aunque estaba decidida, no pude evitar sentir como un rincón de mi corazón se sentía mal. <¡Experiencia! Escena de la vida: Edición Santa> era un juego de harén inverso de realidad virtual.

—Seguramente ejerce mucha presión sobre mi cuerpo permanecer mucho tiempo conectada en el juego.

Era cierto que UNITA presumía de una tecnología más avanzada que otros productores, pero la capacidad del cuerpo humano para aguantar sólo jugando sin consumir nutrientes tenía un límite.

Me levanté sacudiendo la cabeza cuando recordé la noticia de que cada vez es mayor el número de personas que mueren jugando a juegos de realidad virtual mientras se olvidan de beber agua.

—No. Despierta. No tengo que tener demasiado miedo.

La proporción de tiempo entre la realidad y el juego que he ajustado es de 1:10. Es decir, 10 días pasados en el juego eran un día en la realidad.

"Podré aguantar tres días sin beber agua, así que saldré en un mes."

UNITA fue la empresa que construyó un sistema para gestionar el estado de conexión de los jugadores en tiempo real. Sabrán que no me desconecté en mucho tiempo, así que seguro que mandan a alguien a mi casa.

"Ojalá hubiera alguien que se diera cuenta de que estoy jugando antes de que..."

Sonreí amargamente, recordando que no tenía una familia que me prestara tanta atención. No, quizá a papá le gustará más. Mi madre cambió hace poco el destinatario del dinero del seguro de vida que puso para mí.

"Si es el destinatario del dinero del seguro de vida que puso mi madre, mi padre será rico."

—¡Ya basta! No pensemos mal ni siquiera en el juego."

Levantándome, me di una palmada en la mejilla izquierda, no muy fuerte, para que no me doliera y luego tiré de la cuerda que había junto a la cama.

"Edith Abina era sin duda la hija del marqués Abina."

Será menos que la protagonista del escenario de una santa que vino a salvar el mundo, pero Edith también es una noble, así que su vida no será tan incómoda.

—Huh. ¿Qué debo pedirle a la criada que traiga? Me gustaría tomar una taza de americano helado.

Esperando a la criada mientras tarareaba, pronto me di cuenta de que los días de Edith nunca eran fáciles.

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—¿Qué pasa, señorita?

Abrí la boca desconcertada ante la mirada feroz de la criada que había acudido corriendo a mi llamada, no, caminando tranquilamente.