Una santa falsa en un juego de harén inverso (+19)

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Conseguí un trabajo como criada del marquesado y trabajé duro. No fue particularmente difícil. Esto se debe a que el trabajo de criada dedicada de Lirina no era muy difícil y el salario era bueno.

"¡El doble del salario normal por hora! ¿Es porque el marqués Abina es también una familia noble de alto rango?"

Como era de esperar, es cierto decir que si quieres servir como esclavo, debes servir como esclavo en una gran casa.

Caminé por la residencia del Marqués y me sacudí el polvo, sintiendo como si hubiera conseguido un trabajo en una gran empresa en la que nunca antes había puesto un pie.

"Tengo que ahorrar dinero rápidamente, ah, lo necesito para ver a Baleares."

Al final resultó que, el costo de ir y venir a la capital imperial no era pequeño. Cuando era una chica noble, podía simplemente tomar el carruaje y el cochero de la familia, pero ahora tenía que pagar dinero para pedir prestado el carruaje o el cochero.

—¿Qué demonios haces aquí?

Mientras estaba quitando el polvo que se había acumulado en la barandilla del muro exterior de la mansión con un plumero, me volví hacia la voz que venía de mi espalda. El dueño de la voz quedó momentáneamente oscurecido por la luz que se reflejaba en el plumero gris hecho del pelaje de martas*, pero supe de inmediato quién era.

(Es un animal, pueden buscarlo, es como un zorro o hurón.)

—¿Curtis?

En lugar de responder a mi pregunta, me fulminó con la mirada. Descendí lentamente de la escalera bajo su mirada despiadada.

—¡Ack!

Al intentar bajar, mi pierna se torció.

Es una escalera pequeña que utilicé para limpiar la barandilla que es más alta que yo, así que no me haré un daño grave, pero me mareo al pensar que si me tuerzo el tobillo, interferirá en mi trabajo.

—Estás haciendo todo tipo de cosas.

El suelo, que había estado cerca de mi nariz, se alejó rápidamente. A Curtis le costó poco esfuerzo cogerme cuando tropecé y dejarme bajar sana y salva.

—Gracias.

Después de calmar mi corazón ligeramente asustado, incliné la cabeza hacia Curtis. Sus charreteras* en los hombros son deslumbrantes mientras viste el uniforme de caballero que siempre usa. No, bueno, sinceramente, su belleza era más deslumbrante.

(Son como estas cosas doradas en los hombros de uniforme, pueden buscarlo.)

Curtis es un hombre que luce genial en uniforme.

—Incluso usas ropa de criada que no te queda bien. ¿Estás jugando algún tipo de juego?

Ojalá pudiera hablar más bonito.

Una vez más, respondí a Curtis, que se mostró sarcástico.

—Es trabajo, no un juego.

—¿Qué?

—Conseguí un trabajo en la residencia del Marqués.

—¿Tú? ¿Edith?

Curtis no parecía creerme en absoluto.

¿Por qué estás sorprendido? Dado que en el mundo del juego K-rofan incluso los nobles tenían que sobrevivir a través del trabajo cuando se les acababa el dinero, no sería sorprendente que Edith, una mujer noble, consiguiera un trabajo, ¿verdad?

—... La Marquesa anterior era tu madre, ¿no? Debe de haber dejado una buena fortuna.

Moví los labios lentamente ante las palabras de Curtis.