003 ;

520 48 2
                                    

Cuando aparece un mensaje de advertencia, obtienes una opción de ayuda que brinda más detalles de la advertencia.

Así que no será difícil ver lo que ocurre cuando la cordura de Edith Abina se debilita, pero el problema era que el marqués Abina seguía sujetándome el pelo.

—Ahora te has calmado. Sí, una chica como tú que no conoce la situación debe ser castigada.

El Marqués sonrió satisfecho como si pensara que me había asustado, puse los ojos en blanco intentando zafarme de él.

—Mientras tanto... De acuerdo. No te hice nada por si acaso te convertías en la Gran Duquesa.

La forma en la que miraba a su hija adoptiva, que aún llevaba ropa de cama, era tan sucia que me sentí rápidamente mal.

—Suelta esta mano.

—Te dije que entendieras la situación. ¿Quién eres tú para decirme que te suelte...?

—Tengo una cita con el Gran Duque dentro de un rato, así que tengo que salir.

Por supuesto que era mentira.

Sin embargo, comprobé la cara del Marqués, que parecía avergonzado, y abrí la boca con descaro.

—No puedo verle con semejante desastre de pelo.

El Marqués aflojó su mano sobre mi cabeza ante mis mordaces palabras. Incluso cuando bajó los brazos, una mano pasó por mi espalda y se me puso la piel de gallina.

"Estoy sufriendo daños mentales incluso antes de entrar en la sala de castigo."

—Está bien, si tienes una cita con el Gran Duque, no puedo llevarte a la sala de castigo ahora.

Asentí apresuradamente, mientras miraba fijamente al Marqués, que se relamía los labios como arrepentido.

—Si has terminado con lo que tenías que decir, me iré ahora. Yo también tengo que prepararme.

—Vuelve al despacho en cuanto termines tu asunto con el Gran Duque.

El Marqués torció sus gruesos labios, agarrándome por el hombro, que me giré con prisa para salir.

—Después de la medianoche de hoy, ya no serás la Dama del Gran Duque, ni la hija del Marqués de Abina.

—...

—Tendré que verte caer en la posición de una humilde hija ilegítima. No pienses en huir. Te mantendré bajo vigilancia.

"Tendré que cerrar sesión antes de que acabe el día de alguna manera."

Evitando la mirada del Marqués, salí de su despacho sin contestar.

¡Tak!

Mientras salía rápidamente del pasillo, me preocupaba qué pasaría si me perseguía, pero el Marqués no me siguió ni me gritó, como si pensara que tenía tiempo suficiente.

—Loco.

Por mucho que Edith Abina no sea tu verdadera hija, no puedo creer que esté mirando de forma tan siniestra a una niña de la edad de su hija.

"¿Qué demonios es la sala de castigo?"

Que yo recuerde, no había ningún personaje objetivo que disfrutara del juego SM* en <¡Experiencia! Escenas de la vida:Edición Santa>. Si es del gusto de un jugador, puedes forzarlo, pero básicamente era un juego con sabor femenino que pertenece a un eje sano.

(Sadomasoquista.)

"Es un juego que se desarrolló principalmente para experimentar el trabajo de una santa en el mundo de Rofan* en primer lugar."

Una santa falsa en un juego de harén inverso (+19)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora