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Cap 2. Flipando en colores

Cap 2. Flipando en colores

Paula

Me quedé muda al verlo. Esto no era posible.

-¿Tú?- fue lo único que me salió de la boca.

-Entonces ya se conocen, que bueno.- habló mi abuela antes de desaparecer de la puerta, dejandonos solos en esa pequeña sala de estar.

-No tenía ni la menor idea de que tu eras la famosa nieta.- dijo al soltar una carcajada.

-A mi no me hace gracia.- solté un bufido y me levanté para ir a la cocina a tomar algo de agua. Supongo que me hará bien.

Abrí el frigorífico y cogí la jarra de agua. Luego me puse un poco en un vaso. Al darme la vuelta, lo vi mirándome desde la puerta con su típica sonrisa, y con ese pirsing.. Estaba realmente bueno.

-¿Por qué me sigues?- dije algo enfadada.

-Si tanto te molesta mi presencia, ¿por qué me agregaste ayer?- dijo al acercarse, demasiado.

Puede que estaba bueno, que le guste lo mismo que a mi, bailar. Pero no era para nada mi gusto, en mi vida pienso tener algo con una persona así, como el. Creído. Porque se lo tiene bastante.

-¿No contestas? ¿Te comieron la lengua?- se seguía acercando cada vez más.

Podía notar su respiración sobre mi cara. Y a la vez oía los latidos de mi corazón. Por primera vez me había puesto nerviosa. Eso no era nada bueno.

Y seguía cada vez más cerca, creo que me iba a besar. Pero por suerte, apareció mi hermano. La primera vez que le pensaba dar las gracias.

-Tonta, la abuela dijo que vayamos los tres a dar una vuelta.- dijo con una sonrisa en la cara, al ver como estábamos de cerca.

Me separé lo más rápido de Javi y me fui con mi hermano.

-Deja de decirme tonta, imbécil.- le solté al llegar a su lado.

-Tan encantadora como siempre.- dijo sonriendo.

Como me daban las ganas de partirle la cara a esta lagartija que tenía de hermano. Si se le podría decir hermano. Porque creo que es un enemigo. Que para que quiero tener más enemigos (lo digo por los que eran mis amigos) si para eso lo tenía a él.

Fuimos a hacer ''esa vuelta'' los tres. Un silencio asqueroso. Pero ninguno se atrevía a hablar, y yo, no pensaba romperlo. Que para eso están lo hombres ¿no?

-¿Entonces eres el novio de mi hermana?- habló Pablo.

Nada más escuchar eso salir de su boca, lo miré con una mirada asesina. Se estaba metiendo donde nadie lo llama. Ahora si que le esperaba una buena..

-¿Yo? Que va..- rió Javi.

¿En que me estaba metiendo, por dios? Pensé al mirar al cielo.

-Pues mejor, porque para tenerla como novia, no es muy aconsejable.- soltaron los dos unas cuantas carcajadas.

Pero no lo pensé ni una vez. Le di un golpe, que por cierto, se quejó. Pero el tenía la culpa.

-Será mejor volver ya.- dije cuando vi la hora.

No había pasado ni media hora desde que salimos. Pero estaba tan incómoda, que no quería seguir en esta situación. Era demasiado raro.

-Acabamos de salir.- habló el pesado de mi hermano.

-Pues quedaros vosotros, yo me vuelvo. No estoy de humor.- dije al darme la vuelta.

-Nunca estás de humor.- pasé de su comentario, porque ya estaba arta de discutir con él.