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Cap.9 Pensamientos confusos

Cap.9 Pensamientos confusos

Paula





Pues desde anoche que me encerré en mi habitación no volví a salir de allí. Y la verdad que hoy tampoco me apetecía mucho. Y eso que tenía que ir a ensayar un poco con Javi, pero ganas, no tenía.

Estaba en mi cama tirada mirando a la nada y pensando en todo lo que me había pasado el día de ayer. En momentos tampoco me apetecía pensar en aquello, porque era el peor día de todos. Y pues, no quería ponerme triste. Odiaba estar triste.

-Paula, María te está buscando.- se escuchó a mi madre chillar.

-Que suba.- dije antes de que de repente la puerta se abriera y me la encontré a ella.

-Pau, emmm..- se sentó a mi lado.- Me acabo de enterar de lo que pasó. ¿Cómo estás?- parecía preocupada, mejor dicho, lo estaba y también triste.

-Bueno, tirando estoy. Pensando..- dí un suspiro.- ..recordando y así.

-Ya me imagino.- acarició mi mano y me miró.- Perdoname.

Decir eso me hizo pensar. ¿Por qué debía de perdonarla? Y como me conocía tan bien, se dio cuenta de que no me enteraba a donde quería llegar con eso.

-Por las cosas que te dije ayer.- bueno, para eso no tenía que pedirme perdón. No me hizo nada malo.- Creo que me pasé un poco. Es tu vida y yo no tengo que meterme en ella. Lo siento mucho.- y me abrazó.

-Eme, tranquila, no te preocupes. Solo me dijiste lo que pensabas y eso me alegra. Porque se que te preocupas por mi.- cuando nos separamos vi como algunas lágrimas se le caían por sus mejillas. Las limpié y la miré.- No quiero que llores, ¿vale?

-¿Cómo no voy a llorar, si te vas a ir lejos?

-Por ahora me quedaré con mi abuela.- dije sonriendo.

Y era verdad. Iba a estar con mi abuela, así que no me pensaba ir a ningún lugar. Aunque lo peor de todo, que tendría que venir en autobús o algo aquí para poder ensayar e ir a las competiciones. No se como lo iba a hacer eso.

-Pero ella vive lejos y lo sabes.- creo que estaba más triste que yo. Pero era normal.

-Cuando venga aquí para ensayar y tal nos veremos. Pero puedes venir tu también a visitarme.- sonreí.

Estuvimos hablando bastante tiempo. Hasta que se hizo tarde y decidimos ver una película en el salón. Así nos olvidamos de aquel gran problema.

Y si, al final no fui a ensayar ni tampoco me llamó Javi para preguntarme el porqué.

Pero, no estaba para eso. Ni para escuchar su voz, ni para verlo. Nada de nada.



Pasamos todo el día juntas en mi casa. Se quedó a dormir y todo. En muchos de los momentos la veía llorar, pero se limpiaba las lágrimas. No me iba a ir tan rápido de aquí. Supongo que dentro de unas semas o así empezaran con la mudanza mis padres.

Así que dejé de pensar en aquello y me dormí.

Al despertarme, no la encontré en mi habitación, pensé que estaría abajo desayunando así que bajé. Por mi sorpresa, no solo me encontré a mi familia y a ella, si no a su primo Axel y de paso a Javi que estaba con mi hermano.

Por lo visto, ayer era mi día de descanso, pero el de hoy, me esperaba una buena...

Cuando aparecí por la puerta de la cocina, donde estaban todos. Se me quedaron mirando. Y normal, no solo que se sorprendieron, si no que estaba con pijama. Mi pijama corto, y su digo corto, es porque era así.

-Buenos días dormilona.- habló María, yo todavía estaba un poco en estado de shock.

-Buenos días, cariño.- ahora era mi madre.

Eso también era sorpresa. Mis padres no estaban trabajando. Bueno, mi madre normal, todavía se encontraba algo mala, pero mi padre, ¿aquí? Pues no tenía mucho sentido.

-Emm.. buenos..- dí un corto suspiro.- .. días.

No podía ni decir un buen, buenos días. ¿Por qué? Porque se me cortaban las palabras. Parecía que estaba en una terrible pesadilla, de las que a veces tengo, pero no era así. Estaba en mi casa, en la cocina, y sin entender nada de nada.

Iba a sentarme al lado de mis padres, pero me decidí ir arriba. Ducharme, despejarme, vestirme, y más tranquila. O eso esperaba.

Así que me  dí la vuelta y me fui escaleras arriba. Me encerré en el baño y me dí una muy, muy larga ducha.

Al terminar y ponerme una toalla fui a mi habitación y me saqué unos pantalones cortos, una camisa de tirantes y me vestí. Luego me peiné el pelo largo mojado y ahora si que podía bajar. Creo que me encontraba mucho mejor.

Me senté al lado de María, porque mi padre ya se había ido.

-¿Estás bien?- preguntó por lo bajo. Podía notar la vista de todos allí presentes en nosotras.

La miré y le sonreí. No quería que se preocupara más por mi. Iba a ser fuerte y ya está.

Empecé a desayunar y os diría que me estaba sintiendo muy incómoda. Pero de repente mi hermano se levantó y se fue junto con Javi. Ahora estábamos nosotras tres con Axel. No se si es peor, o mejor..

-Voy arriba a hacer algunas maletas.- habló mi madre así sin más. Cosa que por culpa de aquello, casi me atraganto.

-¿Cómo?- al fin hablé.

¿Cómo que iba a hacer algunas maletas? No estaba comprendiendo nada.

-¿No te lo dijo tu hermano?- siguió hablando.

-¿Decirme que? No entiendo.- ahora se podía notar que tenía toda la cara roja, pero no de vergüenza, si no porque estaba cabreada, furiosa, nerviosa...

-Tenemos que tener todo listo, en unos tres días nos mudamos. Y la casa la pondremos en venta.- vale, esto, creo que era una broma.

Si, una broma, de muy mal gusto. Que ahora saldía mi hermano de donde fuera y diría.

<<¡Picaste! No nos mudamos, ni nada. Solo era una broma que te queríamos hacer para ver que pasaba contigo. Si cometes alguna locura o algo. >>

Pero a mi esto no me hacia gracia. Ni tampoco se la veía.

-¿No estarás hablando en serio, verdad?- dije con la boca abierta.

-¿Por qué iba a bromear? Si ya te avisamos que nos mudamos.- dicho eso, se fue, dejándonos a los tres solos.

Ahora me había quedado en blanco.

Por lo visto, lo que me dijeron anoche, ya estaba decidido y no había marcha atrás. Se pensaban ir en tan solo unos pocos días. Y no había manera de alegrarlo.

-Pau, nosotros nos vamos. Luego hablamos ¿si?- dijo María antes de abrazarme como despedida e irse con su primo.

Me dejaron sola y shockeada.

Dejé de comer, se me volvió a quitar el apetito, por su culpa. Siempre me tienen que dejar sin palabras. Sin entender nada. Pero ya estaba harta. Ahora viviré mi vida, intentaré ganar la maldita competición. Porque no pensaba irme con ellos a vivir. Voy a ir a aquella academía para conseguir mi propósito.

-¿En que piensas?- al darme cuenta, Javi estaba en frente mía mirandome con una sonrisa en la cara.

Duré un largo tiempo en responder. Pero al final, lo hice.

-En nada en concreto...- dije al levantarme e irme, pero me agarró del brazo.- Sueltame, Javi.

-Lo siento, pero no. Tenemos que hablar.- en un momento determinado, me dí cuenta de que estábamos camino a su coche y a los pocos minutos al lugar donde me llevó por primera vez.

Donde se veía toda la ciudad. Solo que de noche estaba mucho mejor. Me gustaba más.

-¿Por qué me trajiste aquí?- dije al mirarlo de frente.

-Ya te dije, tenemos que hablar.- empezó a acercarse a mi poco a poco. Hasta que me di cuenta y empecé a dar pasos atrás.- ¿Me tienes miedo?- soltó una pequeña carcajada.

-¿Por qué te debería de tener miedo?- me hice la inocente. Pero si le tenía un poco de miedo, lo reconocía.

Justo cuando dí el último paso, me di cuenta de que me iba a resbalar y caer al suelo. Pero fue todo tan rápido, que en ese mismo momento me encontraba cogida a el y nuestras caras a unos pocos centímentos.

Nos estabamos mirando a los ojos. Su mirada me provocaba temor, dolor, tristeza. Aunque antes estaba riendo. Pero ahora podía notar que si estaba mal. ¿Pero por qué? Y creo que necesitaba saberlo. Pero estar tan perdida en sus ojos, con su mirada, mi deseo, mis pensamientos..

Lo tenía más cerca que antes, notaba su respiración en mi cara, notaba que se acercaba para besarme. Pero lo más raro todavía, fue que no rechacé aquello, no me alejé ni nada, solo permanecó inmóvil.

Y acto seguido, sentí sus labios contra los mios. Nuestras lenguas estaba formando una pequeña batalla entre ellas. Pero eso no fue lo único. Lo que acababa de sentir con aquel beso, fue bastante raro y difícil de creer. Mejor dicho, nunca había sentido eso.

Creo que era una especie rara, como dicen en algunas películas, cuando estas enamorado sientes mariposas en el estomago. Pero eso jamás lo había entendido ni creído. Pero creo que esta vez sentí algo en el estomago. Un cosquilleo raro, pero a la vez me gustaba. Me sentía de maravilla. Ya no estaba tan cabreada por la decisión de mis padres. Estaba ¿feliz? Si, si que lo estaba. Demasiado.

Cuando decidimos separarnos para coger aire, volví a cruzarme con aquella mirada suya, que ahora mismo me encantaba.

Pero en darme cuenta, recodé que, que el tenía novia. Si, lo bonito se acabó allí.

Ya aquella sonrisa que había puesto después de sentir aquel beso, se me borró, se esfumó. Ahora sentía rabia, rabia de que me bese cuando se le plaza, pero que a la vuelta de la esquina lo espera su querida novia. Harta, harta estaba.

Me alejé y hice como si me diera asco aquel beso.

-Eres un maldito estupido.- chillé. Me encontraba de espaldas de el, pero me giré y lo miré, vi como puso cara de confundido.- No tienes ningún derecho a besarme cuando tu quieras.- dije al señalarle y cogiendo más cabreo.

-¿Se puede saber que te pasa ahora? ¿Eres bipolar o algo?- empezó a caminar hacia mi, pero estaba vez no me eché atrás e hice lo mismo.

-NO.- volví a chillar.- Lo que pasa que tu me tienes hasta los putos ovarios. No se porque me trajiste aquí, no se porque me besaste, no se nada. Y no quiero que lo vuelvas a hacer.

-Pero si a ti te gustó.- volvimos a estar cerca como antes, pero no me callé, seguí hablando.

-Tienes a tu noviecita para besar, así que, a mi me dejas.- y me dí la vuelta.- No quiero saber nada de ti..- pero me giré y lo miré.- Joder, ¿por qué tenemos que ser pareja de baile?- dije al acordarme de que no podría dejarlo de ver. El solo rió.- A mi no me hace gracia, ¿es que no entiendes que me das asco?- ahora su cara cambió por completo.

Vale, me he pasado.

Pero es que, no puede tener novia y besarme a mi cuando el quiera. No me da la gana y punto.

Y bueno, se me olvidaba comentar una cosa... No estaba enamorada de el. Mentí con decir que sentí aquella cosa rara en el estómago. Era solo para montarme una pequeña película en mi cabeza, ya está.

Vale, ¿a quién miento?

Creo que me acababa de enterar de que de verdad me gustaba aquel maldito imbécil. Pero no pensaba caer tan bajo. No pensaba reconocerlo delante de el. No pensaba seguir su juego. No pensaba volver a acercarme a el para besarlo o lo que sea. Solo pensaba, alejarme de el, y si nos vemos, será solo para las competiciones, como era desde un principio. Desde que tenía novia, claro.

-¿De verdad me tienes asco?- cuando dijo eso, tenía ganas de decirle que no, para nada, solo era un decir porque estaba enfadada. Pero como ya dije, tenía que alejarme de el.

-Si, te tengo más asco de lo que piensas.

Muy bien Paula, acabas de ganar el trofeo de la más malota y la chica que no tiene nada de sentimientos. Solo le gusta ver sufrir a los demás, dijo mi conciencia.

En realidad no es verdad eso.

Digo que, lo que dijo mi conciencia, no es verdad. A mi no me gusta hacer sufrir a la gente, pero, ¿acaso ellos no ven que me hacen sufrir a mi?

No, ¿verdad?

Pues allí está la respuesta.

No pienso cambiar de parecer. No pienso arreglar las cosas con Javi. No pensaba ser ni su amiga. Solo compañera de baile. Creo que todo lo que podría pasar entre nosotros, se acabó.

-¿Todo esto es por aquel tío, verdad?- dijo bastante cabreado, creo que más de lo que estaba yo.

-No se de que estás hablando. ¿Qué tío?- de verdad que no entendía nada. No me hacía la tonta ni nada.

-Del que estaba en tu casa esta mañana.- ¿es cosa mía o se estaba refiriendo a Axel?

-¿Axel?- vale, creo que había acertado.

-Ese mismo, se nota que se muere por ti y que tu también estás loca por el ¿verdad?- ¿y que debería decir ahora?

Ahora creo que me había quedado en blanco.

¿Le miento o no? ¿Le digo que me gusta, solo para que me deje en paz? O, ¿le digo que no me interesa para nada?

Pues ni idea, no sabía que decirle. Me quedé tan en blanco, que no me moví ni pestañeé.

Y aqui os traigo el capi!! Bueno, bueno, la q se esta montando!!! Creo que Paula ya reaccionó, pero la tal Jenni está de por miedo, así que a ver que pasa. Porque por lo visto, a decidido dejar de lado a Javi, alejarse. A ver que pasa jeje,, espero q os gustee,, y madre miaa,, ya son 3000 leídos, woww flipo jaja,  gracias por votar y comentarr,, nos vemos en el siguiente capii besotessss<33