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Cap.7 Hacer como si nada

Cap.7 Hacer como si nada

Paula

Terminé de vestirme y me fui al bar donde siempre nos reunimos con María, desde hacia años, diría yo. Ya que somos amigas, desde hace bastante. Unos dieciséis años. Ajá, si, creo que si.

Nos conocimos cuando éramos unas niñas, porque nuestras madres nos llevaban en el mismo parque, allí fue donde nos conocimos. Así que, es la persona que más quiero en este mundo. Me ha ayudado en demasiadas cosas, y yo a ella. Somos como casi hermanas, mejor dicho, hermanas, no de sangre, pero nos sentíamos como tal. Yo a esa chica la adoraba.

En cinco minutos ya me encontraba allá. Al entrar, la vi sentada en una esquina, con un batido en manos.

Me acerqué en silencio y la cogí de los hombros.

-¡AHHH!- dio un pequeño salto. La asusté, pero bueno, era de buena intención.- Dios, Pauli, que susto.- me abrazó tan fuerte, que casí me asfixia.- Te he echado tanto de menos.- ríe.

-Y yo a ti pequeña eme.- era la forma en que la llamaba siempre.

Mi chica llevaba una camisa de tirantes blanca, con una falda. El pelo rubio corto que llevaba suelto. Estaba guapísima. Y siempre con una sonrisa en la cara, eso era lo que más me gustaba de ella.

-¿Cómo estás?- le pregunté al sentarme a su lado, el camarero justo acaba de aparecer.- Un batido igual que el de ella.- le señalé el batido que había en la mesa.

-Muy bien, ¿Y tu?- sonreí.

-Perfecto, ahora que te vuelvo a ver.- rió al escucharme.- Han pasado muchas cosas en estas pocas semanas que te fuiste sin avisar, ¿sabías?- acaban de traerme el batido, al que le di un sorbo bastante largo.

-Yo también te tengo una noticia.- ahora que lo dijo, se vio más feliz que antes, debía de ser por algo bueno.

-Empieza tu.- soltó una carcajada.

-Pues, a ver, Pauli, ¿te acuerdas del primo que jamás había visto y que me enteré que tenía hasta hace unos meses?- me acordaba perfectamente de eso. Un día cualquiera, sus padres le vienen con la noticia que tiene un primo, pero que vivía en otro país desde siempre, así que nunca lo conoció ni supo que existía. Asentí ante su pregunta.- Pues lo vi y me dijo que se mudará dentro de nada en la ciudad.- volvió a poner esa sonrisa de felicidad.- Y está más bueno, cuando lo conozcas, se te caerá la baba. Solo te aviso.- dio un sorbo de su batido mientras que yo me limité a reír.

-Ai, pequeña eme... Creo que será mejor que te vaya contando lo que pasó aquí, ante tu ausencia. Pero me alegra que hayas conocido al fin, al famoso primo.- sonreí.

Y comencé a contarle todo, desde que me apunté al estudio, hasta que gané la primera competición, justo hace una hora más o menos. Y todo lo demás, sobre Javi, los momentos que pasamos, los lugares donde me llevó, los besos que me dio, su novia, como me encontraba yo ante eso...

-Dios mio.- fue lo único que escuché decir de su boca.

-¿Es lo único que puedes decir?- dije mirándola raro.

-¿Y que quieres que te diga? Me voy un par de semanas y me pierdo lo más interesante de tu vida. No es justo ¿sabías?- dijo al cruzarse de brazos, simulando un enfado.

-Pues a mi no me hace gracia todo esto. Mejor dicho, deseo que nada de eso haya pasado.- di otro sorbo a mi batido.- Gracias a dios que volviste y me ayudarás a similar todo esto.

-De eso nada.- volvió a ser la misma. Como cambia de parecer, por dios.- Se nota a lenguas que te mueres por ese compañerito, tío buenorro de baile. Así que, haremos que deje a esa novia que tiene, para estar contigo.- dio ella también un sorbo a su batido, yo me quedé con la boca abierta y los ojos abiertos de par en par.