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Epílogo

                                                                           Epílogo

Paula

Después de eso, siguió con su trabajo y yo estuve rondando por la casa de aquí para allá.

María

Al llegar donde me esperaba mi primo, lo vi nervioso. Pero no le dí importancia. Dejé mi bolso en una silla y me senté en la otra. Se me quedó mirando esperando a que explicara todo. Y lo hice. No mentiré, pero se quedó más flipado que la una. No se esperaba nada. Ni mucho menos lo que yo pensaba. Pero que podía hacer. Era esa mi opinión y no pensaba cambiarla por nada del mundo.

-No te ayudaré en nada.- dijo al levantarse.

-¡Venga, no seas así!- dije al seguirle por detrás.- Eres mi primo y tienes que apoyarme en todo.

Se giró y se me quedó mirando con los ojos abiertos como platos.

-Puede que sea tu primo, pero no pienso hacer eso. No voy a joder a Paula porque a ti te ha dado la real gana de estar con ese tal Javi.- luego siguió dando vueltas, hasta que se fue dejándome sola.

Estaba completamente sola entonces. Si pensaba ganar, tenía que pensar en alguna muy buena idea. Porque si no es así, la llevaba clara.

Javi

Pues vaya, tenía que esperar a mañana a lo que me pensaba decir. A esa respuesta tan inesperada que llevaba esperando desde hace tanto tiempo. Desde el comienzo, mejor dicho.

Deseaba que fuera un sí. Que si quería intentar una relación.

Pero eso no se sabe. Conociéndola, como la conozco. Se que puede decidir cualquier cosa, y seguro que será algo que no me esperaba para nada. Aunque hay algo que lo complica un poco, y es, que ahora era diferente. Que si puede decir un si, lo más seguro. Por la forma en la que me perdonó, por el beso...

Voy a pensar en positivo, no quiere desde ahora pensar que dirá que no. Tengo que ser un poco optimista, aunque sea por un rato.

Paula

Tenía unas cuantas horas, hasta mañana, para pensar en lo que le iba a responder.

Había algo por dentro que me daba la respuesta que esperaba, pero había otra parte, que me decía todo lo contrario a esa respuesta. Puedo decir, que estaba confusa. Por primera vez en mi vida tenía miedo de elegir una opción incorrecta.

Tenía miedo de fracasar con mi decisión y lamentarme más adelante.

No sabía que hacer. De eso estaba segura.

Pero tenía que pensar todo, antes que decidir. Porque la opción que elija, iba a ser demasiado importante para parte de mi vida.

Después de estar un rato pensando, me di cuenta de que ya nadie estaba haciendo ruido en la habitación. Por lo que me decidí ir a ver que pasaba, al llegar Javi no estaba por ningún lado. Empecé a buscarlo por toda la casa, pero nada. En cuanto llegué otra vez al salón para seguir pensando en lo que pasó, apareció mi abuela.

-Cariño, Javi se tuvo que ir porque le pasó algo a su abuelo.- al escuchar eso me quedé boquiabierta.

¿Qué le habrá pasado a su abuelo? Si le pasa algo, no sé lo que podrá pasarle a Javi. El y su abuela eran la única familia que le quedaba y el sin ellos no era nadie.

Me estaba preocupando más de lo normal y mi abuela se había dado cuenta de aquello.

-Tranquila, seguro que no es nada malo.- dijo al sentarse en el sofá.- Recemos que todo esté bien.- yo no abría la boca.- ¿Te pasa algo?- preguntó demasiado preocupada.- Si por su abuelo, no pasará nada..- no la dejé acabar.