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Cap 4. Sin comentarios

Cap 4. Sin comentarios

Paula

No le seguí el juego por más que quisiera. Al separarme de el, le di una pequeña bofetada en su mejilla.

-A la siguiente si lo vuelves a hacer, será peor.- dije nadando hacia fuera, para salir.

Como me besó sin que yo quisiera, pues ahora que se aguante. Cuando me apetezca besar a alguien lo haré. Pero no me gustan los sucesos inesperados. Un beso solo para silenciarme. No me hace nada de gracia.

-Venga Paula, no te pongas así. Si te gustó.- escuché decir.

Al girarme lo vi sonriendome, con esa estúpida sonrisa sexy que en ocasiones me atraía. Pero hasta allí. Ya no pensaré en eso, por ahora. O por lo menos lo iba a intentar.

-Callate Javi. Deja el tema.- volví a darme la vuelta para no mirarle.

Como toda mi ropa y pelo estaban chorreando por el agua. Tuve que pensar en algo rápidamente.

-Yo de ti me quitaría la ropa, porque si sigues mojada cuando nos tengamos que ir, así no subes a la moto.- dijo todavía con esa sonrisa y soltando una carcajada.

-¿No estarás hablando en serio, verdad?- el asintió.- Pudrete.- dije cabreada y me fui a sentar en una de las piedras con los brazos cruzados.

A los pocos minutos lo encontraba frente mía riendo. Estaba cogiendo un cabreo que ni os cuento.

-¿Qué quieres?- dije sin ganas.

-La ropa, o irás andando hasta tu casa y encima con la calor que hace...- no le dejé terminar.

-Callate ya de una vez...- solté un bufido.- Pero prefiero ir andando que seguir aguantandote.

-¿Estás segura de eso?- preguntó.

Creo que ni un minuto más podré aguantar a este idiota si seguía mareando. La verdad que me había cabreado con el y creo que le diré de todo menos guapo. Aunque tenía razón eso de no poder subir a su moto, mojada.

¿PERO QUE DIGO?

Si el tiene la culpa de que yo esté mojada. El me tiró en el agua.

-Vete al infierno. Porque si estoy así..- dije al señalarme.- es porque el único culpable aquí eres tu, así que te vas callando.

Soltó más carcajadas y como ya no aguantaba más, me levanté y le iba a pegar. Pero me cogió de la muñeca.

-Yo de ti no me atrevería a esto.- solté más bufidos y me senté otra vez.

-Idiota.- dije por lo bajo, pero me escuchó.- Imbécil.- esta vez lo dije más fuerte.

Al levantar la mirada me lo encontré sonriente. ¿Y este ahora de que se reía? Puto idiota que todo le hace gracia.

Pensaba que íbamos a comenzar una buena relación de amigos. Pero por lo visto todo ha cambiado. No lo aguantaba más. No aguantaba su presencia en este momento. No aguantaba que me mirase así. No aguantaba que se riese de mi o de cualquier estupidez. No aguantaba nada, para ser exactos.

-Sabes que, me tienes harta ahora mismo.- dije al levantarme.

Parecía bipolar cambiando de actitud en cada momento.

Y me fui andando. Si no me llevaba, me iba sola y andando. Ya llegaré en unas horas en casa, y creo que estaría mucho mejor sola. Que aguantando sus tonterías y discutiendo cada dos por tres con él.

-¿Dónde vas?- se escuchó tras mía.

-A mi casa.- chillé sin darme la vuelta ni nada.- Hasta nunca.