capítulo 12

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Lo siento yo...

Adhara•

Llego al colegio y bajo del auto de mi hermana y trato de despedirme como siempre. Al final, apenas sonrío.

Mi subconsciente me dice que no es para tanto, que debería dejarlo pasar, que es lo correcto. Que... que primero está la familia.

Pero como le dices a tu corazón que no va más, que se ha acabado aunque no lo quieres asi.

No puedes.

Es algo incontrolable e inevitable.

Los sentimientos no entienden ese tipo de cosas. Porque hay personas que con solo pocos momentos te marcan de por vida sin que te des cuenta, es inevitable no pensarlo, o no sentirse mal por ello.

Porque tienes la necesidad de querer seguir viviendo esos momentos y es ahí cuando te lastiman por dentro porque sabes que volver a vivirlos está difícil.

Ya hay varios estudiantes en el aula cuando ingreso y mi mirada va hacia el puesto de Artem el cual está vacío, respiro hondo y en la silla de adelante está Rafaela quien me mira mal, parpadeo ignorándola antes de buscar mi asiento, lo tomo y la clase comienza cuando el maestro entra saludando.

Es poco lo que me concentro, es poco lo que entiendo y las primeras horas pasan hasta que toca el receso y él no llega.

Me quedo en el aula y Alan con Sair me insisten en salir, pero rechazo la oferta. No quiero encontrarme con nadie y mucho menos ver a nadie.

Ellos salen y deciden ir por algo de comer, no sin antes prometer que vendrán temprano.

Me quedo en mi asiento y miro por la ventana distraída y aburrida, sumergida en mis pensamientos hasta que....

-¡Adhara!.-escucho la voz de Ramiro quien entra corriendo.-¡Ven y ayúdame a calmar a la bestia!.

-¿Qué?.-inquierí confusa.

Me toma de la mano y me jala con él.

-Artem.-habla y mi corazón se hinchó ante la mención de ese nombre.-¡Esta queriendo pelear con uno del grupo de Efraín y ya tuvo suficiente, lo van a echar de la institución!.-me explica mientras me lleva a la cafetería.

Me apresuro con él y cuando llegamos ya hay un grupo de estudiantes rodeando la discusión que se escucha por toda la cafetería.

Nos abrimos paso entre el gentío hasta llegar a ellos.

-¡No te tengo miedo Daft!.-le habla Leon quien tiene una sonrisa burlona.

Artem que está al otro lado sonríe sádico y tal sonrisa me hace pasar saliva.

-¿Y crees que yo si?.-pregunta y es detenido por Alan quien no permite que se acerque a León.

-¡Daft ya has tenido suficiente!.-le habla mi amigo pero Artem solo tiene los ojos puestos en León.

-Él no lo inició.-dice Ramiro.-Solo vinimos por comida, este empezó.

Ramiro lo toma del brazo intentando llevárselo, pero este no cede y peor con lo que le dice León.

-¿No te gustó lo que dije Daft?.-pregunta con veneno.

Artem se zafa de Ramiro e intenta tomarlo pero Alan se lo impide.

-¡No sé que mierda pasa pero ya basta!.

Efraín quien respaldaba a León me miró divertido y aparto la mirada cuando su amigo vuelve a hablar.

-¿No te estás comiendo las sobras de mi amigo Efrain, Daft?.-pregunta y varias personas ponen su atención en mí.-Solo te hice tal pregunta y no la supiste responder, el que te comas a una Rymer está bien, solo no te hagas el digno. Es un culo más.

Adhara. (+18) (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora