Capítulo 30

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¿Listo?.

Artem

Dos meses después...

Adhara después de la graduación su cuerpo se debilitó más, pasa mas tiempo en el cuarto de su hospital que en el suyo o en el mío. Su condición no mejora y verla en ese estado me hace un nudo en garganta.

Pero mi rara tiene el don de hacer que aquello se convierta en algo agradable con solo verla sonreír.

Camino por los pasillos del hospital con un peluche, algunos ya me conoces y por ello me saludan, otros simplemente pasan de mí.

Cuando llego a la habitación entro en silencio, pensando que mi novia está durmiendo, pero no está hablando con su tía Georgia.

—Ya llegaste.—dice su tía.

—Hola.

Camino hacia la cama y Adhara me recibe con una gran sonrisa.

—Hola amor.

—Hola rara.—le doy un beso.

—¿Que tienes detrás?.

—Te gusto un pingüino de peluche.—se lo doy.—Quedaste encantada con la película de ayer, así que...

—Oh mi amor.—se le ilumina la mirada.—Gracias pero no tenias que...

—Cruce casi media puta ciudad por el...—le digo con cansancio y me tumbo a su lado.—Dame muchos mimos.

—Bueno.—habla su tía.—Yo los dejo, te dejo en buenas manos mi niña, nos vemos en unas horas.

—Está bien tía. Lia viene más luego también.

Su tía se va y yo no me aguanto en besarle toda la cara, repito varias veces hasta que me canso.

—Te extrañe mucho...

—Amor dormimos juntos.—me dice ella.

—¿Y?.—increpé afectado.—Fueron varias horas.

Ella se ríe y me pierdo en su delicada y bonita risa.

—No exageres Artem, cuando empieces los entrenamientos, ¿como harás?.

—No me lo recuerdes, son la semana que viene.

—Pensé que ya querías que sea esa semana.

—No, no tendré tanto tiempo contigo.

Ella me mira y sus ojos celestes me recorren la cara.

—Tendrás tiempo para hacer lo que te gusta y es lo que importa.

—Tú eres lo que más me importa, Adhara.

Ella me abraza.

—Lo debe ser tu futuro.

Me quedo callado cuando ya sé para donde va esto.

—No te quedes callado.—me regaña.—Ya no Artem, siempre trato de hablar contigo de esto sin tener que insistir en ello.

—No quiero que lo hagas.

—Lo quiero hacer.

—No...

Me toma de la cara con delicadeza.

—Lo que yo no quiero es que estés solo Artem, si alguien en algún momento te vuelve a gustar, amor no lo dudes en intentarlo, quizás y sea la indicada para ti.

—Du bist der Richtige.—digo y ella me mira.—Lo eres tú mi vida, no otra, yo...

—Tú seguirás con vida y yo pronto me iré.

Adhara. (+18) (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora