XIV

96 13 11
                                    


—Entonces...

Jimin juntó sus manos sobre la mesa y deslizó un documento hacia Namjoon.

—¿Quieres que quede por escrito? —inquirió el alfa retomando las palabras de Jimin. El omega asintió.

Cuando dos días antes, Jimin llegó inesperadamente a él y le pidió ayuda, Namjoon pensó que el asunto de las reglas no había  sido algo explícito, sino algo menos que un simple chiste. Así que después de una breve explicación de parte de Jimin, en la que intentó poner en palabras prácticas lo que necesitaba de Namjoon, él alfa había aceptado todas las condiciones que se interpusieran en su intención de estar junto al omega.

Sin embargo, no esperaba que dicho omega se presentara un par de días después con un acuerdo redactado para esa cosa a la que todavía no lograban ponerle nombre.

—Es sólo por un asunto mío, una precaución que quiero tomar —insistió Jimin sin mirarlo directamente—. Puedes negarte ahora, no hay problema alguno. Averiguaré alguna manera lidiar con esto por mi cuenta y-

Namjoon no lo dejó terminar la oración cuando ya había tomado el bolígrafo y firmado sobre la línea de su nombre. Ni siquiera había leído el documento propiamente, pero no le importaba, podría estar cediendo su dinero o su autonomía física y mental al omega frente a él y no tener ningún problema con ello.

—Asumo que estás de acuerdo —inquirió Jimin en voz baja revisando su firma en el documento. Sin dudarlo, Namjoon asintió— En ese caso, ¿cuándo podemos programar la primera cita?

¿Cita? Namjoon no entendió y se dio cuenta de que tal vez habría sido una buena idea leer el acuerdo antes de simplemente asentar su firma y esperar lo mejor.

Todo era culpa de su tonto cerebro, que no podía trabajar bien con el omega cerca, incluso sentarse en esa mesa para platicar como dos adultos racionales había sido todo un reto y no sólo para él. Jimin también se notaba afectado por esta situación; estaba ansioso y distraído, buscando con la mirada a Namjoon y lamiéndose los labios cada que tenía un vistazo de su cuello.

—Si revisaste lo de las citas, ¿verdad? —Jimin averiguó rápidamente que Namjoon no tenía idea de lo que hablaba, así que tomó una copia del acuerdo y se la cedió señalando una parte— Aquí, creo que es mejor que hagamos esto en horarios específicos y en privado, así que organicé un esquema de "citas". Según el médico, necesito estar en contacto con feromonas alfa para mantenerme en control, así que propongo juntarnos una o dos veces por semana. Con eso debería ser suficiente.

Namjoon escuchó a Jimin decir y lo observó en silencio, las manos del omega no podían estar demasiado tiempo quietas en un sólo lugar y, a juzgar por la mirada ansiosa y casi desesperada, dudaba que una o dos veces por semana fuera suficiente para ambos. Él mismo no lo estaba llevando mejor.

Jimin le había dicho que el doctor Do había sugerido que, por las características de su embarazo, lo mejor era mantenerse constantemente en exposición a feromonas alfa. El omega, al parecer, había omitido a propósito la parte en la que era necesario que esas feromonas fueran las de un alfa dominante compatible, en este caso, Namjoon. Sin embargo, él no tenía problemas con eso, o no los suficientes como para negarse.

—¿Entonces..?

—Claro sí, está bien. ¿Tú casa o la mía?

Jimin arrugó la frente y negó con la cabeza. —No creo que sea conveniente que ocurra en nuestros hogares. No es como si esto fuera una relación... —las palabras se asentaron entre ellos incómodamente y luego de una pausa Jimin volvió a decir— Esto es lo que es, no hay que confundir las cosas, ¿de acuerdo? Además, sigo siendo tu profesor, lo que hace esto menos que adecuado, pero es lo que hay —el omega dijo seguro y firme—. Será mejor si nos reunimos en otro lugar, un hotel sería una buena opción.

Plan B -NamMin°Minimoni-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora