VII

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Hoseok no se molestó demasiado en disimular lo que había hecho en realidad durante su permiso médico.

¿Era descarado? Lo era ¿Le importaba? No realmente.

—Al menos deberías ser discreto —dijo Taehyung—, se supone que debías haber estado descansando después de abrirte el cráneo.

—Estuve descansando —aseguró— en una linda playa en Bora Bora—Miró la hora en su teléfono y luego preguntó: —¿En dónde está Jimin? ¿No irá a almorzar con nosotros otra vez?

El omega se encogió de hombros y ambos miraron alrededor, tratando de vislumbrar a su amigo en la cercanía.

—Tal vez se siente mal.

—Pues debería avisarnos en ese caso —Hoseok saludó a un par de alumnos a lo lejos mientras esperaba alguna señal de su amigo— Nunca nos había dejado plantados así.

—Bueno, tal vez lo haga ahora —Taehyung por su parte se sentó en una banca cercana mientras bebía su café—. Después de todo, con el embarazo muchas cosas pueden cambiar.

Decir que Jimin había estado actuando un poco raro en los últimos era un poco ingenuo. Probablemente, Taehyung tenía razón y todo se debía al embarazo, después de todo, se trataba de un giro enorme en la vida de cualquiera, pero aún así para Hoseok la actitud de Jimin recientemente le parecía algo más allá de sus síntomas de embarazo.

—Iré a verlo —anunció tomando sus cosas para ir en dirección al edificio de cubículos.

Taehyung negó con la cabeza.—Déjalo en paz, a lo mejor no quiere ver tu carota de idiota porque le da asco.

En otra ocasión, Hobi habría buscado una forma ingeniosa de responder al comentario infantil de su amigo, pero realmente esa vez no pudo pensar en ninguna. Sin decir nada comenzó a avanzar, dejando a Taehyung atrás.

Cuando llegó a la oficina de Jimin apenas tocó antes de abrir la puerta, como siempre hacía, ya que Jimin no acostumbraba a poner el seguro. Mas en cuanto quiso girar la perilla, la puerta se negó a abrirse.

—Jimin, ¿estás ahí? Soy Hobi.

La puerta se abrió unos segundos más tarde y el alfa entró a la oficina un poco confundido.

—Hola hyung, ¿pasa algo?

Con una mirada rápida Hoseok descubrió sobre el escritorio envolturas de galletas y un recipiente de sopa instantánea casi vacío.

—Es lo que yo quisiera preguntarte a ti, ¿pasa algo, Jiminnie? No has almorzado con nosotros recientemente.

El omega captó la mirada inquisidora del mayor y se apresuró a cubrir los restos de su comida con algunos papeles del escritorio.—No, para nada, es que he tenido mucho trabajo.

Hobi rodeó el escritorio y Jimin apretó los ojos y la boca en un gesto, sin creerle una sola palabra.

—No me digas que tu almuerzo fue esto —comentó con tono desagradable descubriendo las envolturas—. Creo que no tengo que recordarte que justo ahora es importante que cuides tu alimentación más que nunca, ¿cierto?

Jimin rodó los ojos y suspiró recargándose en la pared de brazos cruzados, la molestia rezumbando en él como si fuera el ronroneo de un gato salvaje.

—Lo sé, por supuesto, ¿a qué viniste exactamente, hyung?

Si Hoseok se hubiera encontrado en esta misma situación hace un par de años; en una pequeña habitación con un omega dominante encinta cuestionado su presencia en su espacio, él no habría dudado ni un segundo en poner la mayor distancia entre él y dicho omega, como lo haría cualquier persona. Sin embargo, él sobre todas las personas sabría que Jimin sería incapaz de hacerle el menor daño a él o a cualquier otro.

Plan B -NamMin°Minimoni-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora