IV

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El pie de Taehyung pegaba contra el piso con un ritmo incesante y el sonido de su talón golpeando la loza repiqueteaba por el pasillo y hacía eco en sus paredes lisas.

—Para ya, por favor —pidió Jimin deteniendo la rodilla de su amigo— me estás poniendo nervioso.

—Lo siento —gimoteó Taehyung y cruzó las piernas, llevándose una mano a la boca donde empezó a mordisquearse las uñas.

Jimin rodó los ojos, arrepintiéndose de haber pedido al omega que lo acompañara a lo que sería su primer intento de inseminación. No es como si no estuviera nervioso por su cuenta, pero lidiar con la intranquilidad de su amigo era demasiado para su propio bien.

Había planeado esto con al menos un mes de anticipación y quería que todo fuera perfecto.

El corazón le dio un vuelco cuando la puerta se abrió y Hyejin apareció con una expresión amable y los invitó a pasar dentro del consultorio.

—Cómo te expliqué antes es un proceso simple —indicó la alfa con calma—. La muestra del donante fue preparada y optimizada en el laboratorio. Si has tomado las hormonas como te indiqué, deberías estar pasando justo ahora por una etapa ovulatoria, lo que es perfecto.

Taehyung le dio una mirada de pánico a Jimin cuando la doctora Hyejin tomó un modelo a escala del útero y se los mostró a ambos como parte de la explicación.

—Significa que el día de hoy te daremos un estimulante que te hará experimentar algunos síntomas físicos del celo, por ejemplo, la apertura del canal uterino donde depositaremos la muestra de semen.

La explicación había sido clara y precisa, justo lo que Jimin necesitaba para sentirse más seguro con el proceso.

—Si todo sale bien...

—En unos meses tendrás un hermoso bebé en brazos —concluyó Hyejin sonriente.

La sola idea de la maternidad hacía que la piel se le hiciera de gallina. El miedo y la esperanza emergieron en su interior como una misma sensación, no era confuso ni extraño; Jimin estaba más seguro que nunca de lo que quería. Los ojos se le llenaron de lágrimas a consecuencia de todo lo que sentía en esos momentos.

—¿Jimin? —Taehyung preguntó y le tomó de la mano apretando con firmeza, sus ojos buscaban los suyos en un intento de dar consuelo o algo parecido. Jimin recordó porque había pedido a Tae que lo acompañara y estaba tan agradecido de que fuera así— ¿Todo bien?

El omega asintió limpiándose las lágrimas, tomó la pastilla que le habían puesto enfrente y la tragó con un sorbo de agua. Luego se puso de pie y caminó hacia el lugar que Hyejin le indicó.

—Te esperaré aquí, ¿okay? —dijo Taehyung antes de separarse, Tae lo abrazó de pronto, tan fuerte que casi lo tira al piso— ve allá y consígueme un sobrino bonito, ¿okay? —su mejor amigo susurró en su oído y luego lo dejó ir—. ¡Piensa en cosas sucias, así es como se hacen todos los bebés! ¡Entre más sucio, más bonito te va a quedar!

Jimin rió ante las ocurrencias de Tae sin poder evitarlo, con una última sonrisa y un beso volador, dejó a Taehyung en la sala de espera y se adentró en un pequeño vestidor. Con toda la calma que pudo reunir se quitó la ropa y se vistió con una bata suave color lila y siguió a la próxima habitación.

Al entrar se percató que no era un típico consultorio médico con una silla de exploración y cabestrillos. Las luces eran cálidas y tenues, había almohadones y cojines casi por todas partes, mantas, comida y bebidas, y un sinfín de cosas más. Las paredes estaban pintadas con tonos claros y serenos y el techo estaba adornado con pequeños colgantes de mariposas y cristales que daban la sensación de ser gotas de rocío.

Plan B -NamMin°Minimoni-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora