(Perspectiva de Taehyun)Llegada la noche el turno de guardia me era cedido, el horario de madrugada era aquel que específicamente atendía, normalmente esto sería de 12:00 a 7 de la mañana, llevar a cabo el patrullado nocturno es parte de mi trabajo, por lo que pasar días sin dormir pasó a ser algo rutinario para mi. A veces cual indicio de sueño parecía haber desaparecido por completo, el horario no me simbolizaba ningún inconveniente e incluso me desempeñaba con mayor agudeza, la mínima vibración provocada en los arbustos era percibida aun si se realizaba furtiva y clandestinamente.
Tal vez era por ello que se me había otorgado aquella pesada jornada pues normalmente algunos sucumbirían por la fatiga o sueño.Mi estancia en el poblado era corta, a diferencia de los otros estaba más interesado en las orillas de éste, los residentes solían culparse entre si, pero todos sabemos que una bruja no permanecería junto al pueblo a vista de todos, razón por la que prefería sumergirme en el insondable bosque a sabiendas del peligro que significaba, porque había perdido hace años la relación con el miedo.
El crujir de las hojas resonaba pesado en la cabidad de la noche, las ramas de los árboles golpeaban tumultosos contra el viento y eran sacudidas violentanme, acallando cualquier otro sonido pero agudizando la sensación de peligro, entonces... Entre la densa oscuridad del lugar, atisbé una especie de luz o resplandor blanquecino, a simple vista, lucía como un conejo desorientado, vulnerable a cualquier depredador cercano, pero conforme me acercaba más a su imagen, me di cuenta que no se trataba de una presa... De pronto me sentí aturdido, era un gato albino, de pelaje brillante y cegador, como el albo de las nubes, sin embargo éste significaba una tormenta...
Corrí en su búsqueda lo mas rápido posible, las personas con sentido común culparían a cualquiera de estos animales terrestres, es un pensamiento coloquial y errado, sin embargo, yo no estaba señalando a cualquiera. Las conocía y éste era sin duda una de ellas.
Atravesé el bosque en persecución, las hojas bloqueaban mi visión por unos segundos, obstaculizando y nublando mi camino, arremetí contra ellas para abrirme paso entre las ramas, pero la había perdido de vista... Sin embargo, su fuerte respiración entrecortada me hizo llegar hasta un lago a unos pies de distancia...
Debajo de un árbol lloriqueaba agazapada envuelta en mantos blancos, me acerqué y el bulto se derrumbó en el piso, soltando lágrimas una mujer de cabello azabache temblaba tiritando ante el frío de la noche, mientras me observaba horrorizada.
Levanté la mirada en busca de aquella bruja, pero supuse que se había marchado en su forma felina, la aparición de esa mujer me hizo cuestionarme acerca de su presencia en las profundidades del bosque, y hubiese formulado mis sospechas de no ser por aquella mirada que recibí de su parte, sus ojos eran negros asemejando el vacío, sin embargo eran dotados de un brillo peculiar, como el de una noche estrellada.
Eran hermosos... pero me apesaraba el aciago y angustia oculta en sus ojos, era como si me temiese, y aquél sentimiento de ser visto como una amenaza me suponía una ignominia.-¿Estás bien?- pregunté hicandome de rodillas para tomar de su mano.
Ella se alejó e intentó dar un paso hacía atrás, tropezando con el fango y resbalando al piso, sus ropas fueron salpicadas por el lodo y sus vestiduras habían sido levantadas dejando sus piernas al descubierto, verle en aquella situación tan desfavorable me hacia pensar en lo infausta que resultaba su posición, no podía imaginarme que destino pudiera depararle a una joven indefensa con un tirano como acompañante, me deshice de la capa en mis hombros y se la coloqué encima para cubrir la piel al descubierto
-Lo siento, no quería asustarte... Puedes usar eso, debes tener frío...-
Ella me miró con recelo y después se envolvió en ella utilizandola como cobertor.
Extendí mi mano para alcanzar la suya y ella se valió de la mía para ponerse de pie
ESTÁS LEYENDO
WICCA - La maldición del Lycoris (Yeonbin)
FanfictionEra enero de 1705, la estación de invierno siempre venía acompañado de escasez y hambruna para las clases más bajas, en un pueblo aleman tan pequeño, los rumores sobre supuestas brujas capaces de manipular la fertilidad para desgracia de los ajenos...