WICCA - La maldición del Lycoris (Yeonbin)

Capítulo 10 - El lugar al que perteneces (Segunda parte)

(Perspectiva de Soobin)

Sabía que debía liberar su mano para liberar mis pisadas... Aún si su agarre suponía una atadura de la cual no deseaba desprenderme, necesitaba retomar movilidad propia... Para atender la situación en que me encontraba y emprender marcha con la seguridad que su tacto me sugería... Y para ello requería que me permitiese despegar mis pies del estable terreno de la indecisión...

-Yeonjun...- sostuve sus manos por ultima vez y las lleve a su pecho antes de separar las mías -Está bien.

-Te estaré esperando... Justo aquí, estaré apoyándote.

-No tienes que esperarme, porque todo saldrá bien, ¿No es así?

-Si...

Dirigí una ultima mirada a la consternación proyectada desde las pupilas cristalizadas en el semblante amado... Un último respiro a mi pecho, que regulase mi ritmo cardíaco y llevara sosiego a la inquietud de mi pulso...

¿Está bien para mi intentarlo?

Fue entonces que dejé atrás su figura junto a la duda, sabía que no debía mirar hacia atrás... Porque verle allá de pie, con aquella expresión en su rostro, solo haría que esta inseguridad se instalase nuevamente, forzándome a correr devuelta a sus brazos... Sólo espero que él no interprete esto como un acto desagradecido. Tan sólo, no puedo darme vuelta ahora.

Dirigí mi sospecha al marco de la puerta y llamé a ella, esperando una respuesta... Mantuve alejadas las expectativas y decidí concentrarme de lleno en el momento.
Abrió un mal aspecto... Primero de estupor y después de incordia.

Realmente a esa línea en tu frente debía sentarle pesada la preservación del mismo gesto de siempre... Mamá...

Tendidos sobre el suelo. Debajo de mis piernas habían mantos y, poco en realidad...

-Es bueno que llegues... Estaba apunto de quemar tus pertenencias.-

Esas eran apenas unas sábanas y un cambio de ropa... ¿Qué mas da?

-¡Soobin!, estábamos tan preocupados... Eh, ¿Mamá? ¿qué sucede?.- tu rostro luce sorprendido tras advertir la mueca que ella está haciendo... ¿Acaso intentas ver a través de su desagrado?... ¿Así que ahora no eres lo suficientemente listo? Por favor... Sabes de sobra que no está contenta de verme.

-Hyuninnie... ¿Te has dado cuenta quién ha estado durmiendo con un extraño mientras nosotros nos mordíamos las uñas de angustia?.-

-Soobin... ¿D-Dónde estabas? Yo... Nosotros... Sólo... No tienes que desaparecer nunca de esa forma. Por mucho que suba el nivel de discusión entre nosotros, jamás vamos a negarte cobijo. Así que... No tenías que huir de casa así...-

-Estás bien... Kai parece no darse cuenta de que ya cuentas con un lugar aparte, ¿Cierto?. No eres ningún pobre chico que ha tenido que pasar la noche afuera... ¿O me equivoco?.-

¿Y que se supone que debiera responder a aquello?... ¿Qué es lo que necesitas oir de mi?

-Soobin... Tú... Has... ¿Has estado con ella?...-

-Te has acostado con esa mujer, ¿Tienes idea de con cuántos más ha hecho lo mismo que contigo? Y dime... ¿Qué fue lo que te dijo para que cayeras ante ella? ¿O es que fuiste tú quien se le insinuó?.-

-¡Mamá, basta! Él no es así.-

-¡Lo quieras aceptar o no, tu hermano es un libertino!.-

-¡Callate!, ¡No he hecho nada por lo que deba avergonzarme!.-

-¿Qué acabas de decir? ¿Piensas que voy a creer en tu cara de mojigato? Por favor... No queda nada de castidad en ese cuerpo corrupto.-

Esta vez no le dejaría lanzar infamias y calumnias hacia mi persona... No volvería a permitirme ser objeto de escarnio y vejación por quién soy.