Capítulo 5 - Reencuentro forzado (Segunda parte)

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Le lleve por el camino principal, no sabía si estaba firmando mi propia sentencia de muerte, pero prefería pecar de crédulo que desconfiado, no podía simplemente dejarlo ahí... Y en cierto modo, me sentía comprometido con aquél chico por todos los problemas que le había causado...

-Llegamos... -Dije una vez que la figura de la cabaña podía ser advertida.
Abrí la puerta y gracias a dios no había ninguna de las otras brujas

-V-vives solo...?

-No creo que eso sea de tu incumbencia. Sientate... .- dije ofreciéndole una de las sillas del comedor... -...Yo ahmm...- continué indeciso -Voy por algo a esa habitación.- dije apuntando hacia uno de los cuartos, sentía la inmensurable necesidad de explicar cada uno de mis movimientos para no infundirle suspicacia o temor.

Llegué con un vaso de agua y una tela humeda y acolchonada para limpiar sus heridas

-Toma... .- dije ofreciéndole el vaso con agua -Si quieres claro...

El la tomó entre sus temblorosas manos y miró hacia mi dirección. Su mirada se posicionó en mis ojos, sus cejas cayeron y sus pupilas se dilataron

-...V-vas a ayudarme?... .- preguntó en un hilo, casi cuestionándoselo a si mismo

-Si... Haré lo que quieres....- sonrió ampliamente formando una tan incauta y curvilenta linea sobre sus labios

-Gracias

- Te lo debo... .- agregué y aquella sonrisa se desvaneció -Dime lo que quieres, y cuando lo tengas, deja de perseguir a la gente, es peligroso. Así que apúrate, no quiero volver a verte.

Y es que son tantas las razones englobadas en aquel veredicto... Que sencillamente no podría conjetuarlo a él como el culpable.

-... Si ... .- miró cabizbajo hacia sus manos y el agua en el vaso se meció de un lado a otro

-No te muevas... Intentaré curar tus heridas... Después escucharé lo que quieres ¿si?...

-Si...

Comencé a pasar gentilmente el paño húmedo para no irritar la zona, retirando la poca sangre que pudiese ser sustraída.

-Esperame aquí, voy por algo...
Emprendí hacia el cuarto de mis hermanas y saqué el frasco con un bebraje de propiedad analgésica -voy a colocar un poco de esto.- Avisé

-¿Qué es?

-hmm... Es una especie de... - divagué entre mis pensamientos buscando una justificación simple -Para que no se infecte

-A-ah...

Podría dejarle a su suerte o podría curarle yo mismo, y dicho de esa forma, la primera no figuraba una opción, así que tomé el cuchillo de la mesa y herí mis palmas para provocar el sangrado

-¿Q-Qué haces?... - desde luego antes tendrían que curarle a él de espanto, porque el terror y la dilatación en sus pupilas llevó a la concatenacion de una mueca deformada, recargó su mano sobre la mesa y echó medroso su cuerpo hacia atrás contra la silla. Casi juraría que suprimió su respiración.

-Descuida... Sólo quiero curar tus heridas...

-P-pero... ¿Por qué?.- dirigió su incógnita a la palma de mi mano

-¿Recuerdas lo que hizo mi sangre sobre la terreno árido? Para eso...

-Pero...

-Para ser alguien con quien no volveré a conversar, estás preguntando mucho

-...lo siento...-balanceó inquieto su figura sobre el asiento.

El líquido del vaso tambaleaba inestablemente con el temblar de sus dedos. Una creciente inseguridad acompañando su aspecto. En su semblante, una especie de transpiración anímica.

WICCA - La maldición del Lycoris (Yeonbin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora