Capítulo 4 - Visiones (tercera parte)

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-Ya estas despierto?, te dije que volvería, ¿esperaste mucho?.- pronunció situandose a mi lado

-¿C-Cuanto tiempo dormí?...

-No dormiste, te desmayaste....

-¿Cuánto tiempo llevaba inconsciente?...

-Oh, has sido estado consciente todo este tiempo... ¿O no?.- y había algo en aquella risilla que me ponía los pelos de punta

-Te dije que te invitaría a la cena

-P-Pero... ¿Qué hacen todos aquí reunidos?

-Todos los fines de mes nos reunimos a venerar a la tierra en azambleas mensuales, a cantar y a bailar en alabanza, ahora mismo hemos agradecido su creación, ¿Quieres un poco?

-¿Que?

El trozo incinerado, de lo que supuse ser un conejo decapitado,  me fue acercado en un afilado palo que atravesaba la magullada carne, y que hizo a mi estomago gruñir en repulsión...

-N-no no, yo no como eso...

-Esta bien, le pedimos permiso antes

-N-no gracias...

-¿Cómo puedes rechazar aquella solemme creación que encima nos ha obsequiado?.

Y no podría permitir tal desdoro, no antes de justificar mis ideales. Simplemete no podía permitir que esto se tornase en una injuria hacia mi devoción

-E... Es solo que... ¿No me gusta sabes?... Siento como si le hiciese daño...

-Oh... Ya veo... Pero no es así... .- posicionó su mano por encima de la mía, como una especie de apoyo moral, intentando apaciguar el remordimiento -La hemos honrado, y no es que por ello nos deba algo al respecto y sin embargo nos deja disponer de ella, además tampoco simula un daño, no perturbamos el orden... de ese modo... La vida prevalece... Su vitalidad prevalecerá en la vida que nutra, por eso... El no esta muerto, porque seguirá vivo en ti.- Sonrió alegremente acercándo aquella pieza a mi boca...-Cielos... ¿Qué se suponía que era lo correcto?¿Pero cómo podria yo atreverme a rechazar su ofrenda?

-Y-Ya veo... Gracias...

-Ah, mira, ellos son mis padres!.- Tiró de mis mangas llevandome hacia una pareja que nos observaba desde la cercanías

-Hola, mi hija me dijo que no eras de por aquí... Me alegra que te hayas quedado a la cena.- Habló el padre

-Es una pena que no te quedes con nosotros...

-Si... ¿Por qué no te quedas?, puedes llevar a tus hermanas también

-A mi hija le encantaría tener amigos como ustedes.

-y-yo... Lo pensaré...

-Entiendo...

-¡Yeon!, ¡ven!, acerquemonos a la fogata

-Voy...- Hice una reverencia a aquella mujer sonriente, antes de dirigirme hacia mi acompañante

-¿No crees que hace frío?, quedemos aquí... ¿Qué timo no crees?, solo los ricos pueden pagarse ropas abrigadoras...

-¿Qué no son hechas con pieles?

-¡Santo cielo!, ¿Tú como sabes eso? pero que desalmados...ya no quiero una...- arrojó una piedrita lejos, como si este fuese la representacion del despojo a aquél deseo... O tal vez solo por motivo de molestia...

El calor producido por aquella pequeña fogata sin duda no era suficiente para dar acojo a la gran cantidad de personas ahí presentes

Yooa se sacudía las faldas mientras el resto de individuos cantaban y bailaban tomados de las manos, y la verdad.. me sentía un poco avergonzado por no conocer la lírica o melodía... Así que solo permanecí de cuclillas, frente a la fogata, era como si pudiese ver reflejo en ella, era un llamarada silenciosa y sosegada, de la cual desprendían chispas, a cual fantasía mágica... Entonces una de las personas hecho sobre ésta unos ramales para avivar el fuego, y estos fueron consumidos, lentamente transfromandose en carbón, levantando columnas de humo grisáceo...

WICCA - La maldición del Lycoris (Yeonbin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora