DESFILESage se arregló para ver el desfile de los tributos. No tenía una sonrisa en su rostro, no era digno de ser feliz.
Nada de eso era algo de felicidad.
No recordaba un momento que fuera realmente feliz después de sus juegos, todo lo que hacía actuaba de manera robótica. Estaba programada para hacer lo que otros querían que fuera.
Todo lo que Snow quería que ella fuera.
Se despidió de Finnick caminando hasta sus tributos.
— ¿El chico guapo ya te dejo libre? — preguntó Haymitch al ver a Sage cerca. — O solo te viniste a despedir para decirme que te irás con los favoritos del cuatro.
— Cállate, Haymitch.
El hombre rio al escuchar a Sage. La dejó sola para ir en búsqueda de una nueva copa de vino. Se acercó a Katniss y Peeta, saludó a Genya y a Cinna.
— Diría rómpanse una pierna, pero mejor les diré que no lloren allá afuera, créanme que he visto eso y no termina bien— pidió Sage. — Los estaremos esperando.
— No lloren, en especial tu Peeta arruinarás todo el trabajo que hicimos — pidió Genya mirando al chico. — Confió en ti.
Los tributos subieron a su carruaje, mientras que los Mentores veían todo por las pantallas. Vio a los tributos del distrito cuatro y miró a Finnick.
"Es horrible" murmuró Sage hacia Finnick.
"Lo odie" confirmó Finnick.
Los ojos de Sinclair cayeron a las pantallas al ver a Katniss y Peeta rodeados de las llamas de sus trajes.
Al ver las reacciones de los miembros del Capitolio y de los reporteros supo que ya estaban en la mira de todos. Habían logrado lo que esperaban antes de que los juegos comenzaran.
Sage se estremeció al escuchar la voz de Snow.
— Bienvenidos — llamó su atención el presidente. — Bienvenidos. Tributos, sean bienvenidos. Y celebramos su coraje y su sacrificio. Y les deseamos felices juegos del hambre y que l suerte este siempre de su lado.
— Cada que escuchó esa frase me dan ganas de sacarme los ojos — murmuró Genya.
— Bueno, somos dos — respondió Sage.— Con la diferencia que yo odio su voz.
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DARK HORSE; Peeta Mellark
FanfictionDH|| 🔥🏹 Sage Sinclair firmó su sentencia de muerte cuando se convirtió en la vencedora de los juegos 69°. Ser mentora no era algo que ella deseara, tampoco ver morir año con año a sus tributos. En los juegos 74° la esperanza llegó tocando la puer...