HASTA LUEGOSage recordaba la primera vez que sostuvo a un bebé entre sus brazos. Había sido a su hermano menor.
Su madre la dejaba con él mientras ella se iba al quemador a buscar algo de comida, no siempre habían sido días buenos y con un padre como él que tenía, bueno ni como recordar a ese hombre.
En sus brazos tenía a su pequeña niña, su pequeña Freya. La cual estaba plácidamente dormida en los brazos de su madre.
La vencedora no se había separado de la niña desde que Genya la había puesto en sus brazos.
Finnick le ayudó a elegir el nombre para la bebé.
— Si las cámaras pudieran capturar este momento lo compraría — la voz de Odair se hizo presente en la habitación.
La chica levantó los ojos de su pequeña dormida para ver a su mejor amigo.
— ¿Quieres cargarla? — pregunto Sage mirando al rubio.
El vencedor asintió, se acercó hacia su amiga quien sostenía a la bebé. Ella con cuidado le paso al bebé.
— La cabeza... sostén la cabeza.
—Si se cargar a un bebé, Sage.
Finnick cargo con cuidado a la niña, quien se despertó entre sus brazos.
— Físicamente tiene una mezcla de ambos en su rostro — murmuro Finnick sin quitar la vista de la niña quien abrió sus pequeños ojos. — Pero sus ojos... sus ojos son los de...
— Peeta.
Finnick asintió al escuchar la voz de la chica. Había cosas que se podían ocultar a la vista de los demás, los ojos de Freya eran de un tono similar a los de Finnick, eso lo podrían mentir.
Sage sabía que debía decirle a Peeta sobre la bebé, pero al mismo tiempo quería guardar silencio para protegerlo. Una vez que ella hable, él dejaría a Katniss y el presidente Snow no estaría de acuerdo con eso y no estaba preparada para el castigo que eso les llevaría.
La puerta detrás de ellos se escuchó. Por ella entraron Peeta y Katniss.
— Queríamos felicitarlos por el compromiso — habló Peeta rompiendo el silencio incómodo que se formó.
— Muchas gracias — hablo Finnick acercándose a Sage. — Mi prometida y yo se los agradecemos. Les voy a robar la joya del distrito.
Los ojos de Peeta cayeron en el anillo que descansaba en la mano de Sage. Sinclair siguió con sus ojos la mirada del rubio, cubriendo su mano con la otra.
— Tendrán una linda familia — hablo Katniss. — Estoy feliz por ti, Sage. Al menos alguien debe tener su final feliz.
Una sonrisa amarga se formó en los labios de Sage, entendía las palabras de Katniss, pero que tan equivocadas eran.
— También tendrás tu final feliz, Katniss. Estoy segura de ello.
Los ojos de Sage buscaron a Peeta, lo amaba y deseaba que si existía otra vida en esa ambos pudieran ser feliz, pero en esta, Peeta Mellark estaba destinado a estar con Katniss mientras ella debía sacrificarse por los que ama.
Ambas vencedoras se dieron un corto abrazo. Para ellas no era incómoda la situación como para los dos chicos.
— Tendremos una nueva mentora en el distrito — hablo Peeta intentando cambiar la conversación. — Me refiero, tu te iras y solo había dos vencedores antes, entonces nos quedaremos sin una mentora y eso sería algo extraño, ¿nos enviaran a alguien del cuatro?
Los ojos de Sage miraron al chico descubriendo las marcas debajo de sus ojos.
— No — respondió. — Ustedes son los nuevos vencedores, los nuevos mentores del distrito doce, ahora iré al cuatro como una nueva mentora.
Peeta asintió entendiendo las palabras de Sage. Ella se iba y no iba a volver.
No volvería a verla cerca de casa. No la tendría de vecina. Cuando ella grite en medio de la noche no será él quien la abrace, ahora Finnick ocupará su lugar.
Será él quien pueda besarla, abrazarla y limpiar sus lágrimas. Mientras él solo tendrá una parte de ella.
— Fue un gusto, Sage Sinclair.
— Hasta luego, Peeta Mellark.
Plutarch Heavensbee logró ver en los ojos de Sage una chispa de rebeldía.
El presidente Coriolanus Snow le contó el pequeño trato que hizo con la chica omitiendo ciertos detalles que él tuvo que descifrar por su cuenta.
— Genya.
La pelirroja estaba por entrar a la tienda de la mujer que le enseñó todo sobre la moda que sabe. Su mentora.
— Plutarch.
— Supongo que estás por realizar el vestido de novia de cierta chica que está por casarse.
El compromiso de Sage Sinclair y Finnick Odair en la fiesta de los vencedores se había robado todo el ojo de los habitantes del Capitolio.
El plan de Sinclair salió como ella lo planeo.
— Si — la pelirroja se aferró al cuaderno. — Un vestido apropiado para una chica que está por casarse con un vencedor estrella.
— Tengo algunas propuestas si es que estas dispuesta a escucharlas.
Plutach miro en búsqueda de alguna cámara. Mientras los ojos estén puestos en ellos, no iba a poder hablar sobre el plan rebelde.
Genya ladeo la cabeza. — La rebeldía de Sage debe de estar en el vestido. — sonrió la mujer. — A mi mentora le gustará verte.
El vigilante en jefe entró seguido de la estilista.
Genya quería la libertad de su mejor amiga, quería su felicidad, estando bajo el mando del presidente Snow no tendría más que migajas.
Sin embargo, Plutarch tenía una idea, reunir a los vencedores para la rebelión.
Siendo encabezados por la chica en llamas y la titiritera de Panem.
NOTA DE AUTOR:
Nuevo capítulo, no les daré un enorme discurso sobre mi ausencia. Si quieren saber les deje un anuncio en mi tablero si es que quieren checar.
La meta será 30 votos y 20 comentarios, no cuentan los puntos, emojis o los "actualiza" (baje los votos debido a la ausencia en fin)
Me despido hasta un nuevo capítulo <3
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DARK HORSE; Peeta Mellark
FanfictionDH|| 🔥🏹 Sage Sinclair firmó su sentencia de muerte cuando se convirtió en la vencedora de los juegos 69°. Ser mentora no era algo que ella deseara, tampoco ver morir año con año a sus tributos. En los juegos 74° la esperanza llegó tocando la puer...