CASASage sabía que nada bueno iba a salir luego de que Katniss y Peeta ganaran los juegos, estaba a punto de descubrir las consecuencias.
Sus tacones resonaban por el pasillo despierto en la mansión del Presidente Snow. Dos hombres la estaban escoltando.
Escucho pasos detrás de ella, voltear no era una opción a menos que desearas una bala en la cabeza.
— Sage.
Se detuvo al escuchar su nombre, uno de los agentes la detuvo antes, pero la persona de quien provenía aquella voz los detuvo.
— El Presidente quiere hablar con ella — hablo el agente.
— Solo serán unos segundos — los detuvo Crane.
Crane se acercó a Sage para abrazarla, luego de que sus chicos salieran vencedores no tuvieron tiempo de verse.
— Me han contado las noticias, cariño — Seneca la tomó del rostro mientras ella fingía una sonrisa. — Seremos padres.
Cuando Finnick llevo a Sage a la enfermería, los doctores le informaron que estaba embarazada, algo que sorprendió a la mentora.
— Claro — respondió Sinclair. — Tengo que irme, Crane.
— Nos veremos más tarde.
Crane dejó un corto beso en los labios de Sage antes de que esta fuera empujada por uno de los agentes para que continuaran su andar. Dio vuelta en uno de los pasillos que la guiaban hasta el despacho del Presidente.
Espero afuera a que los demás abrieran la puerta.
— Adelante — ordenó Snow.
Sinclair entró, encontrando al presidente sentado en su silla como habitualmente estaba.
Sintió su piel erizarse al verlo.
— Tome asiento señorita — ordenó.
Sage acató su orden, tenía un ligero deja vu de aquella vez en que fue cuando recién descubría que Sebastian estaba con vida.
— Tengo que felicitarla — se cruzó de brazos. — No esperaba que sus dos tributos salieran vencedores de la arena. Su chico, y esa muchacha, vaya que dieron un espectáculo a todos, lograron convencer a la mayoría.
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DARK HORSE; Peeta Mellark
FanfictionDH|| 🔥🏹 Sage Sinclair firmó su sentencia de muerte cuando se convirtió en la vencedora de los juegos 69°. Ser mentora no era algo que ella deseara, tampoco ver morir año con año a sus tributos. En los juegos 74° la esperanza llegó tocando la puer...