Save Me (yaoi/Gay)

Capítulo 9: ¿Amistad o algo más?

De repente algo me empujó bruscamente hacia atrás, levanté la vista y vi a mi vecino notablemente enfurecido.

–¿Chr-Christian? –dije con apenas un hilo de voz, este sin decir ninguna palabra me jaló del brazo y me condujo hasta el ascensor que estaba aún abierto.

Me empujó dentro bruscamente y acto seguido se metió él, luego apretó el botón para subir cerrandole la puerta en las narices a Mati, quien nos había seguido.

Me acorraló en la esquina y puso su mano al lado intentando intimidarme.

–Te beso yo y comienzas a evitarme, pero si te dejas besar por ese imbécil, ¿Verdad? –dijo muy molesto.

–Chr-Christian y-yo no lo dejé, él me besó de repente.

–Ni siquiera debe besar bien ese maldito crio –me miró a los ojos mientras comenzaba a acercarse a mi rostro –yo te enseñaré como se besa de verdad –susurró rozando mis labios.

–Chr-Christian, alej.... –no pude terminar la oración ya que cerró el poco espacio que nos quedaba posando sus labios sobre los míos.

Al comienzo fue tierno y calmado pero luego se volvió desesperado y rápido. Pasó su lengua por mi labio y yo abrí mi boca dejando que su lengua explorará en mi interior.

¿Por qué los besos de Christian son tan buenos? ¿Por qué no puedo resistirme? joder.

La puerta del ascensor se abrió pero esta vez Christian no se detuvo, al contrario, me besó con más pasión.

Separé mis labios de los suyos y lo empujé hacia atrás. Mi cara ardía así que deduje que debía de parecer un puto tomate, mi corazón no dejaba de latir apresuradamente y mis manos de temblar.

¿Qué se supone que haga ahora?

Caminé en dirección a mi departamento, pero cuando estaba a punto de abrir la puerta Christian me tomó de la mano y me llevó a la fuerza hasta el suyo cerrando la puerta tras de sí, una vez dentro, me arrastró hasta su pieza y me tiró sobre la cama.

Sin darme tiempo a reaccionar se montó sobre mí y se acercó para lamer mi cuello. Pasó su lengua suavemente por mi lóbulo y yo me estremecí completamente soltando un pequeño gemido.

Empezó a subirme la polera y a jugar con mis pezones, yo, por mi parte no podía dejar de quejarme y gemir.

Joder. ¿Por qué no dejaba de gemir? Me estaba tocando un hombre, no es como si esto me estubiera gustando.

–¿Po-Por qué me haces esto? –pregunté con mi rostro notablemente ruborizado.

Dejó de lamer mi cuello y jugar con mis pezones y me miró con sus hermosos ojos color avellana.

–Yo... creo que... –se acercó rozando mi oído –me gustas –susurró.

Me quedé tieso. ¿Qué? ¿Cómo podría gustarle? No tengo nada más que problemas, además ambos somos hombres, esto es absolutamente incorrecto... ¿No?

Se salió de encima mío y me quedó mirando. Me puse de costado para evitar tener que mirarlo y este se acostó al lado mío abrazandome mientras yo le daba la espalda.

¿Qué debería decirle? ¿Qué debería hacer? ¿En serio le gusto? ¿Él me gusta? Joder, no pienses eso.

Es verdad que cuando estoy con él me siento diferente, me siento.... bien.

Nunca me he sentido bien, mis padres aún estando juntos no me prestaban atención, en el colegio soy invisible; Mati y Nikki son los únicos que me hablan.