Capítulo 18: Mi única familia

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CHRISTIAN

El imbésil de Jack no me contestaba el celular, llevo toda la mañana intentando comunicarme con él. Necesitábamos terminar el trabajo que estuvimos haciendo el otro día. Teníamos que entregarlo mañana y aún nos quedaba más de la mitad.

De seguro esta con alguna estúpida mujer cogiendo. Pero me importa una mierda, voy a ir a su casa y si es necesario voy a meterme entre medio de ellos.

Estacioné el auto en la esquina del edificio donde vivía y caminé a paso veloz hasta su departamento. Al parecer el ascensor tenía algún problema y estaba siendo reparado, por lo que tuve que irme por la escalera y el cabron vive en el décimo piso.

Definitivamente hoy no es mi día, juro que si esta haciendo alguna estupidez yo mismo lo voy a estrangular.

Cuando por fin llegué, tuve que esperar unos momentos para recobrar el aliento antes de llamar a su puerta. Una vez descansado unos segundos toqué fuertemente sin dudar.

Pasaron los minutos y nada, la puerta continuaba cerrada, lo bueno de ser mejores amigos era que ambos teníamos la llave de nuestras casas, por si sucedía alguna emergencia. Así que busqué su llave entre mis cosas hasta encontrarla y la introduje en la cerradura.

Abrí la puerta y entré rápidamente –¿Jack? –grité.

Caminé hasta su habitación buscándolo, pero no lo encontré, revise el baño, la cocina, todos los cuartos y nada, no se encontraba por ninguna parte.

¿Dónde se metió ese bastardo bueno para nada? –pensé en voz alta –él y su necesidad de andar evadido las tareas.

Definitivamente no iba a moverme de aquí hasta que llegara, así que fui hasta la cocina y comencé a prepararme un sándwich de queso.

Mientras lo hacía, mi celular comenzó a vibrar así que lo saqué y revisé mis mensajes.

Iris: recuerda invitar a Jack a mi fiesta de cumpleaños :)
También ya quiero saber que me regalarás, ¿no puedes darme una pista?

Te quiero, besos

Sonreí. Iris amaba a Jack, era prácticamente como su otro hermano mayor. Jack, a pesar de ser hijo único, también la veía como su hermanita y eso me alegraba.

Yo: Tranquila, él no se lo perdería por nada del mundo. Y tu regalo es sorpresa hasta que lo abras.

Llevaba meses pidiendo una tableta de dibujo, pero obviamente no le diría que se la había comprado. Nuestros padres a veces dicen que la conciento demasiado, pero quiero darle todo lo que yo no tuve.

Un golpe en la cabeza me sacó de mis pensamientos y me hizo dejar caer mi celular junto con el sándwich a medio hacer.

Me llevé una mano a la cabeza y comencé a sobarme mientras intentaba ver quien me había golpeado.

–¿Christian? ¿Qué mierda estas haciendo en mi casa? Creí que eras un ladrón, joder –gritó.

Jack estaba parado detrás de mí con un sartén en la mano mientras fruncia el ceño, una visión totalmente jocosa.

–¿Acaso me golpeaste con ese sartén? –pregunté –¿has estado viendo enredados otra vez?

–Solo la vi una vez –se defendió mientras se sentaba en una silla– Y fue porque Lucía me obligó a verla con ella.

–Si claro, échale la culpa a tu prima de seis años –murmuré mientras recogía mi celular y lo que quedaba del sándwich, ahora lleno de basura.

Save Me (yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora