Capítulo 42: Nuestra primera cita

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JAVIER

Luego de nuestro incidente en la cama, Christian me condujo al baño y ahí... Bueno, no quiero hablar de eso. Del solo recordarlo me avergüenzo. ¿Cómo pude dejar que algo así pasara? ¿Qué estaba provocando Christian en mí?

–Amor –dijo él –¿En qué estás pensando?

–En nada –le respondí sin mirarlo.

Este dejó de echar agua en la taza y caminó hasta mí.

–¿Vas a volver a mirarme alguna vez?

Desde que habíamos salido de la ducha, había estado observando la taza que estaba frente a mí. Y no aparté la vista ahora que se acercó a mí.

Oí como Christian suspiraba y a continuación tomaba mi mentón, obligándome a observarlo.

–Entiendo que estés un poco avergonzado –susurró –pero me duele ver que no me miras.

–Es... es que... cu-cuando te miro... –hice una momentánea pausa –¡No puedo evitar recordar las cosas que estábamos haciendo hace un rato! –grité y a continuación tapé mi rostro con mis manos.

Christian rió y quitó mis manos.

–Amo cuando actúas tan tierno –besó mi frente –además, no quiero que olvides lo que hicimos. Simplemente ten un poco menos de vergüenza, soy tu novio después de todo.

Tenía razón, maldita sea que tenía razón. Pero no podía evitarlo, era la primera vez que hacía estas cosas, yo... me dejé llevar completamente.

–Y no te hagas –agregó –bien que lo disfrutaste. Ahora, bésame que extraño tus labios.

Tragué saliva y me acerqué a él, tenía algunos mechones en su frente un poco húmedos así que comencé a peinarlos lentamente. Estaba concentrado en eso que no noté que de un momento a otro estaba a escasos centímetros de su rostro. Él tenía los ojos cerrados sintiendo mi toque así que  me aproveché de eso y lo besé.

Tenía razón, no había motivo alguno para estar avergonzado y nervioso. Eso hacían siempre las parejas y no les importaba.

Así que pasado unos segundos intensifiqué nuestro beso introduciendo mi lengua dentro de su boca y colgándome de su cuello. Este respondió gruñendo y mordiendo mis labios.

–De esto hablaba –dijo separándose un poco –no pienses, solo actúa.

Lo jalé nuevamente hacia mí y mordí su cuello, las marcas que había hecho hace unos minutos atrás, en su cama ya estaban comenzando a borrarse. Así que ahora mordí con un poco más de fuerza, provocando que su respiración se agitara notablemente.

Hubiéramos continuado si no es porque mi estómago gruño ruidosamente, sacándonos de nuestra pequeña burbuja.

–Okay –dijo Chris –creo que de verdad deberíamos comer algo o tu estómago podría enojarse.

Reí como idiota, en serio, como un verdadero retrasado.

–¿Quiéres tostadas, pan con huevo o palta?

–Tostadas –respondí de inmediato, amaba el pan tostado.

–Bien, ¿Puedes ponerlo a tostar mientras sirvo el agua?

–Okay.

Lo hice en un dos por tres y en unos minutos ya estábamos desayunando. Dios, en serio estaba muriendo de hambre y este pan estaba tan rico.

Aunque nos fuimos a comer al living, ya que Christian por alguna razón no se despegaba de mí. Así que estaba casi sentado encima de él mientras comíamos, además en una que otra ocasión nos poníamos a besarnos.

Save Me (yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora