Dos hermosas bailarinas, una es fuego, otra es aire, una baila con amor con sentimiento, otra con técnica y concentración.
Siempre han sido rivales pero ahora deberán bailar juntas y aprender una de la otra.
Del odio al amor solo hay un paso.
⚠️ Atención este es un capítulo que tocara temas sensibles sobre TCA, te recomiendo que si sufres algún trastorno alimenticio no leas ni tomes consejos de aquí. Quiero tomar este tema con seriedad, jamás ha sido mi intención aprobar este tipo de conductas y me esforzaré en que haya conciencia sobre esto. Por favor si tienes la dicha de no pasar por algo así, no juzgues, nunca sabes a ciencia cierta como se siente la persona quien lo padece.
Así mismo también me he informado un poco del ballet ya que no sé mucho pero es uno de mis sueños frustrados pues de niña tome algunas clases por unos meses pero no pasó de ahí.
Lo que pongo sobre la academia aunque es un nombre real no quiere decir que es 100% así o como se lleven a cabo las reglas del estudio de danza. Muchas cosas las tomo de mi imaginación y lo que sé me va ocurriendo. Si cambio algo sobre el estudio es porque me combiene para el desarrollo de la historia.
Me sigo informando en cuanto al lenguaje del baile y como es este hermoso mundo. Lo que si sé también es que es hay demasiada competencia y exigencia pero que vale la pena aunque también las bailarinas pasan muchos temas sensibles por lo mismo me gustaría darlo a conocer un poco.
Sin más que decir por el momento, lean con respeto y espero les guste ⚠️
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Una semana después
Nieves Latin Dance Studio sólo aceptaba bailarines y bailarinas mayores de edad pero Adelaida había hecho una enorme excepción con estas dos adolecentes al ver en los vídeos ese algo que llamó mucho su atención.
Ambas bailaban diferente y les faltaba mucho para ser unas grandes ballerinas pero sabía que podía cambiar eso aunque usará métodos no muy aptos para el mundo del baile o el deporte artístico.
Ahora las esperaba para el día siguiente, había logrado hacerles un espacio en una de las habitaciones que tendrían que compartir con dos de su mejores estudiantes que hasta el momento se habían librado de tener a alguien más pues normalmente eran tres por cuarto.
Trabajo rápido para poder acomodar 4 camas individuales en una habitación pequeña con su propio baño sin que se viera tan amontonado. Las chicas con las que compartirían recamara serían Kamryn de 19 y Paige de 18.
—Hola Kamryn ¿Cómo estás?
Interceptó a la morena en los pasillos antes que entrara a una de sus clases.
—Hola señorita, bien ahora mismo tengo que ir a ensayar mi solo.
—Oh si me enteré que te dieron uno, felicidades te lo mereces -la abrazó- ¿Oye podrías ayudarme con algo?
