Dos hermosas bailarinas, una es fuego, otra es aire, una baila con amor con sentimiento, otra con técnica y concentración.
Siempre han sido rivales pero ahora deberán bailar juntas y aprender una de la otra.
Del odio al amor solo hay un paso.
⚠️Atención este es un capítulo que tocara temas sensibles sobre TCA, te recomiendo que si sufres algún trastorno alimenticio no leas ni tomes consejos de aquí.
Quiero tomar este tema con seriedad, jamás ha sido mi intención aprobar este tipo de conductas y me esforzaré en que haya conciencia sobre esto.
Por favor si tienes la dicha de no pasar por algo así, no juzgues, nunca sabes a ciencia cierta como se siente la persona quien lo padece ⚠️
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Soñar, desde niña siempre se caracterizó por soñar, por ser una niña llena de luz de energía con una imaginación enorme y una personalidad poco ordinaria.
Valentina soñaba con hacer sentir orgullosa a su familia, soñaba con bailar, soñaba con nunca dejar de hacerlo, soñaba que llegaría a Broadway y soñaba con ser una gran prima ballerina.
Por su personalidad poco común solían hacerla a un lado, no tuvo muchas amigas en su infancia y sufrió acoso escolar, hasta que aprendió a defenderse. Por esta razón solía ser muy selectiva con sus amistades.
—¡No eres lo suficientemente buena, deja de soñar y concéntrate!
Su maestra de baile Layla solía regañarla todo el tiempo por ser tan "distraída" y la nena se estaba cansando de eso, asi que le dijo a su mamá que la sacará del mundo del baile pues queria renunciar.
—No voy a obligarte a nada pequeño caramelo sabor frambuesa pero déjame llevarte a un lugar y después de eso si no quieres volver lo respetaré.
Así fué como Clara llevó a su hija de 7 años al teatro en el que ella solía presentarse en sus tiempos de bailarina. Cómo se encontraba cerrado pidió permiso para entrar. Lo que quería era enseñarle cómo se veía el escenario y las butacas vacías que la niña sintiera lo que era respirar un teatro así como la vibra de estar en medio de uno.
La nena quedó maravillada al verlo, había ido con su clásico traje de leotardo negro, su tutú rosa y un moño en el cabello. Además de traer en mano las zapatillas de su madre.
—Algún día podrás llenar estás zapatillas así cómo un teatro, pues si eres constante y disciplinada todos querrán venir a verte. Un día esas butacas estarán completamente llenas pues habrán venido verte a ti. Estoy segura que si sigues en esto en unos años tú nombre estará allá afuera pues darás una gran presentación.
El lugar era precioso, con esas las luces encendidas y el candelabro colgando del techo quedó embelesada soñando que podria llegar a ser una gran ballerina.
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