1-Rivalidad

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"El odio empieza desde casa"

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"El odio empieza desde casa"

—No llores es tu culpa, lo hiciste pésimo por esto te ganó.

Gabrielle miraba a su hija con decepción y Antonia lo pudo notar a pesar de sólo tener 8 años.

Su madre era muy joven, claro se había embarazado a los 16 y ni siquiera pudo estudiar la universidad. Siempre supo que le había arruinado la vida a su mamá y más porque desde muy pequeña se lo hizo saber.

—Mamá... -dió pequeños hipos mientras sollozaba y Gabrielle entorno los ojos fastidia por esa actitud tan infantil- lo di todo de mí, traté con todas mis fuerzas.

Se sincero soltando todo su coraje y frustración, se sentía desilusionada consigo misma después de tantas horas entrenando para ese gran día y había fracasado pero lo que más le dolía era haber defraudado a su madre.

Gabrielle quien tenía 24 años negó con la cabeza mirándola molesta, ella había estado a su lado corrigiendola y regañandola cuando hacía un paso o movimiento mal para que pudiera ganar pero ni así pudo hacerlo.

Esa niña solo había llegado a arruinarle todo pues cuando quedó embarazada sus planes cambiaron.

A pesar de ser una "niña bien y de sociedad" su madre la obligó a hacerse cargo de la bebé mientras su novio le pasaba la pensión alimenticia cada mes pero él si pudo continuar con su vida como si nada mientras ella tuvo que cuidar a una niña que jamás quiso tener.

Un día mientras ella se pintaba las uñas encerrada en su habitación con su hija de 3 años pasó un comercial de una ratita animada bailando y vió como su hija empezó a imitar los pasos después se enteró que había una audición para un comercial de niñas bailarinas de la edad de la suya.

El premio era dinero junto a varios regalos para la ganadora, así que la llevó. Claro que ese fin de semana le enseño cosas básicas, viendo viejos videos de internet.
A todos les pareció un encanto así que consiguió el comercial, ella se quedó el dinero y le dió a Antonia los juguetes pero ahí se dió cuenta que su hija tenía potencial para el ballet así que la inscribió a clases.

Le sacaba el mayor provecho cada que ganaba y la abuela de Antonia a pesar de no estar muy de acuerdo no pudo hacer mucho.

Así fue como Antonia Sanders entró al mundo del baile.

—Si eso es darlo todo déjame decirte que estoy decepcionada, el segundo lugar es el primero en perder y lo sabes -regaño una vez más a la vez que guardaba las cosas de su hija en su maleta, ya no tenían nada que hacer ahí- Ve al baño y quítate el maquillaje, nos vamos a casa.

Antonia obedeció mientras se limpiaba las lágrimas en el camino, mientras tanto Gabrielle una vez se aseguro que su hija no la veía tiró el oso de peluche que Esteban -el padre de la niña- le había mandado con el chófer.

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