Dulce amaba los musicales, era en donde podía encontrar comfort de todo lo que pasaba en su vida. Su hermana mayor, Gabriela, los odiaba, no los soportaba, y cada que podía, ponía abajo a su hermana por escucharlos.
Un día, Dulce pone "Requiem" del...
Miércoles. Gabriela y Dulce se encontraban frente a frente. Se preguntaban cada rato qué debían hacer ahora con esta familia. Silencio, ni siquiera se atrevían a decirse algo.
--Así que... ¿Hablaste con Connor de casualidad?
Dulce alzó la mirada. --¿Yo? --Esto último causó una pequeña burla de parte de su hermana mayor.
--No, el tal Iván Hernández.
Dulce ni siquiera se molestó en corregir eso último. --Sí. Él... ya sabes. Me dijo que quería a su familia a pesar de todo.
Gabriela miró el cigarro tirado que había en la habitación. Connor había fumado hasta en la sala de invitados. Pero ella no podía decir nada. Se había metido en peleas, había sido suspendida mil veces, y se había alejado de su familia antes que nada. Recordó las desgarradoras palabras que Zoe le había gritado la noche anterior.
Y la verdad, ni ella ni Connor no habrían hecho nada de lo que habían hecho si no se hubiesen querido morir.
"Puede que pienses que todo va a ir bien
Que tus sueños, tu sola harás realidad"
Tarareó. Dulce reconoció la canción.
--¿Aún la recuerdas?
--Sí. Recuerdo cuando junto a mamá hicimos un ensayo de por qué las películas de Tinkerbell eran mejores que las de El padrino.
El ensayo de 40 páginas con la peor caligrafía del mundo debía estar en el cuarto de Dulce, escondido entre los cuadernos de matemáticas de años anteriores. Sonrió, hasta que recordó... bueno. La muerte de su madre. Los gritos desgarradores de dos niñas que habían perdido a su madre.
--Mamá. Dios. Mamá. --Fue lo único que musitó. Gabriela no podía creerse pensar tanto antes de hacer un gesto, pero lo pensó, antes de tomar la mano de su hermanita, y apretarla. Dulce estuvo a punto de preguntar por qué su mamá las había dejado, a punta de quitarse la vida. ¿No era ella feliz? ¿No eran ellas suficiente? ¿No era su padre suficiente? ¿Esa sonrisa en su rostro era una mentira? Nunca iban a poder saberlo. Simplemente pasó.
No podían siquiera conversar acerca de ella. Ni siquiera habían pasado la etapa final del duelo después de años. La aceptación. Seguir adelante.
Pero estar en el mundo de este musical les hacía saber que algún día sería muy tarde.
--Perdón. --Exclamó Gaby, sorprendiendo a su hermana. ¿Perdón? Esto debía ser un sueño definitivamente.
--Gabriela, yo...
--¡CONNOR DASHIELL MURPHY!
¡Maldita sea! Este era un fanfic normal por 393 palabras y me vienen con eso, la puta madre que los escribió.
Bueno, ambas hermanas, al oír la voz desesperada de Cynthia, la voz enojada de Larry y Zoe, y botellas rompiéndose, bajaron a la sala. Ahora no solos e moría Connor, se moría medio cast.
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