Dulce amaba los musicales, era en donde podía encontrar comfort de todo lo que pasaba en su vida. Su hermana mayor, Gabriela, los odiaba, no los soportaba, y cada que podía, ponía abajo a su hermana por escucharlos.
Un día, Dulce pone "Requiem" del...
Un año después, las terapias le sirvieron bastante a Gabriela. Dejó de fumar y de beber, y arregló bastante su relación con Dulce. Esta última siguió amando los musicales, y siguió escuchando DEH, por honor a sus amigos.
--Aún no puedo creer que tengas el valor de seguir oyendo esa canción. --Le dijo Gabriela a su hermana mientras se dirigían al cine, a ver ''Barbie''. Dulce tarareaba aún ''Requiem''.
--Tú no?
--No gracias. --Rió la hermana mayor, revolviendo el cabello de su hermanita. --Aún me pregunto como han de estar.
La única fila que tuvieron que hacer fue la de la comida. Detrás de ellas, oyeron a una familia de cuatro.
--Para celebrar lo bien que te fue en el concierto, Zo-zo --Decía el padre.
--Y por el club de literatura de Connie, por supuesto. --Dijo la madre, antes de besar a su hijo en la mejilla.
--Mamá, no en frente de la gente. --Rió el chico, aunque en el fondo no le importaba.
--Ay muchacho, a ellos no les debería de importar. --Escuchó decir al padre. --Estoy feliz de que las terapias hayan funcionado, hijo.
--Y aún faltan. --Divagó el castaño.
--El cuento que escribiste defiitivamente no fue de una persona normal. --Bromeó la hermana menor. Ambos se sacaron la lengua.
Gabriela, viendo que su turno se acercaba, sacó su tarjeta. Sin querer, se le cayó de las manos. La hija de la familia se percató y la levantó para ella.
--Gracias, no tenía que-
No lo pudo creer cuando lo vio. Dulce se volteó por curiosidad, y soltó un grito ahogado.
No supieron si los Murphy las había reconocido. Parecían no hacerlo. Estaban... confundidos.
--Todo bien, chica? --Larry le preguntó. Antes de que Dulce pudiera decir algo, los vendedores de comida las llamaron.
--Van a comprar o no?
Se fueron a su sala de cine, pensativas. Dulce, antes de seguir, observó a los Murphy de nuevo. Gabriela estuvo a punto de decirle que los dejará, cuando... los Murphy las miraron.
Y sonrieron. Y por primera vez en un año, Gabriela pudo escuchar en su cabeza aquella canción que los transportaba de nuevo a aquel mundo.
''All we see is light... for forever...''
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