4

6.7K 789 110
                                        

Joseph

Siento la pijama roja de Shawn que me puso mientras huelo la manga. Volteo y me doy cuenta que está leyendo el libro que le regalé.

—Por fin despertaste. —Dirige la mirada hacia mí.

—¿Desde qué hora estás despierto? —Me tallo los ojos.

—No dormí, de hecho ya casi acabo el libro —responde como si fuera un vampiro que lo hace diario.

—¿En serio? —le pregunto asustado—. Yo me tardé unas dos semanas. Y eso que no tengo nada que hacer.

—No puedo dormir por la noche —me recuerda—. Sólo ciertas horas que los médicos me indican. Falta una hora para tu cita, en cuanto vayas yo dormiré. —Me sonríe tímidamente.

Debe ser cansado no dormir por las noches pero todo sea por su bien.

—¿Es tuya la pijama? —le pregunto con tono burlón.

—Sí —sonríe—. ¿No tienes uno?

—No, no puedo usar ropa que no sea blanca.

Miro que su rostro cambia y de inmediato se pone la mano en la cara, pareciendo que está reprochándoselo.

—No me digas que la acabo de cagar de nuevo —pregunta enfadado.

—Pues... —tuerzo la boca. No sé qué tiene que ver esto con mi terapia pero así lo indican los médicos y psiquiatras—. No ha pasado nada hasta ahora. Supongo

Se para y de pronto me abraza por detrás, oliendo mi cabello. No dice nada y sólo hago caso omiso. Me da un tierno beso en el cuello, y sonrío. Hace demasiado tiempo que no sonreía.

—No tardan en venir por ti, tienes que quitarte la pijama.

Me la tengo que quitar enfrente de él. No, no, no. Qué pena. Me lee la mente e inmediatamente se acuesta de nuevo en mi cama.

—No te preocupes, leeré para que no te dé pena quitártela enfrente de mí.

Asiento y comienzo a quitármela de espaldas a él. Puedo sentir su mirada clavándose en mí. Termino en calzones y me pongo un pantalón blanco junto una camisa de vestir del mismo color.

—Qué ganas —dice mirando al libro.

—¿De qué? —lo miro perplejo.

—De nada —ríe—. Ya me voy.

Se para y me da un pequeño un tope en el hombro. Ríe un poco.

—Suerte.

—Igualmente ­­—le devuelvo el golpe.

Abre la rejilla y se va.

¡Las voces! La razón de por qué estoy en este lugar. No soñé con ellas, no las he escuchado. ¿Por qué?

Empiezo a recordar mi canción favorita y queda la voz femenina. Empieza a cantar un poco triste. ¡Ha desaparecido una más! No puedo creerlo.

¿Por qué cuando quería irme ninguna voz se iba, y, ahora que encontré a una persona que me acompañe en este lugar, desaparecen? No encuentro razón lógica.

—¿Ya estás listo? —entra una enfermera.

Asiento y camino detrás de ella.

—¿Ya sólo queda una? —me pregunta boquiabierto.

—Puse la misma cara.

—¿Ha habido algún cambio? ¿Libros nuevos, mejor comida?

Shawn. La felicidad. El amor.

—Nada —miento.

—Entonces nuestra terapia ha estado tomando resultados excelentes, le contaré a los demás doctores. —Toma un rato anotando cosas en una hoja—. Puedes retirarte.

No puedo evitar sonreír. Mi terapia gracias a Shawn mejoró bastante. Tardaban, regularmente, seis meses en eliminar una voz. Llega él y se van dos.

Llego a mi habitación y rápido me asomo a la ventilación. No hay nadie. Entro por ésta y me doy cuenta que no, no hay nadie. Vaya. Me fijo en los horarios:

Quirófano – 1 p.m.

Lo están operando, ¿por qué no me dijo nada? Me siento en su cama con las piernas cruzadas mientras espero a que llegue.

Escucho la puerta rechinar y de pronto mis pensamientos se van.

—¿Qué haces aquí? —pregunta sorprendido mientras miro su aspecto con ojeras.

—¿Por qué no me dijiste que te iban a operar? Debiste haber dormido... —me enojo y a la vez me pongo triste. No quiero que las cosas se empeoren con él por mi culpa.

No dice nada, sólo se sienta y recarga su cabeza en mi hombro.

—Perdóname, no quería que tuvieras pesadillas, no pude dormir por eso —me dice demasiado sincero.

—Pero lo tuyo es más importante. Tú te puedes morir, yo... Yo ya estoy demasiado loco y dudo que un psiquiatra me lo quite por completo.

Mi voz al final se oye más ronca y Shawn se entristece más.

—Tengo que proteger a lo único que me da ánimos de vivir.


¿Existe la felicidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora