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Mi estómago dolía. Solo pude salir corriendo de ahí y escuché como Tom maldecía, de pronto escuché como me seguía.
Entre al baño y cerré la puerta detrás de mí con seguro apoyándome.

Las lágrimas comenzaban a caer.
Me sentía tan confundida, era una jodida idiota. ¿Porqué todos me mentían? Mis manos comenzaron a temblar y las puse en mi cabeza tirando un poco de mi cabello.

Solo quería recordar, solo quería desaparecer.

—Emma... soy Tom, por favor abre la puerta.

Los sollozos eran audibles pero ni siquiera eso podía soportar.

—Carajo... Emma, por favor ábreme.

—¡Déjame sola!

Hubo un silencio y yo me aparte de la puerta para sentarme en la tasa del baño, solo quería ir a casa pero no quería ver a nadie. Todo era tan confuso.
¿Y en realidad estaba enamorada de Tom?
Escuché como Ana y los demás hablaban detrás de la puerta.

—Emma... Soy Ana, por favor abre la puerta.

—No lo hará —ese era Tom.

—Si dejaras de comportarte como un imbecil quizá lo haría.

Miré la puerta frunciendo el ceño. Estaban peleando.

—¿Ahora tu me dices que hacer?

—Tom basta, deja de hablarle así —ahora Gustav.

—Emma por favor, carajo.

—Emma no le hagas caso —otra vez Ana.

—¿Qué crees que haces?

—La protejo de ti.

Una risa amarga se escucho —Gustav ya pueden irse.

—Ana... vamonos.

—Qué te den, Tom —su voz era de enfado, escuché como se acercaba a la puerta —Emma, puedes venir con nosotro...

—Emma se queda conmigo —otra vez Tom.

—¿Tú y Heidi van a consolarla? Lo único que han hecho es joderla.

Otro silencio y la tensión atravesaba la puerta.

—Vete al demonio Ana.

—Bien, es suficiente. No voy a soportar que estés hablándole así a Ana —otra vez Gustav muy molesto.

Escuché como todos comenzaban a gritar, Gustav y Tom estaban peleando.

—Pueden irse ambos a la mierda —dijo Tom.

—¡Basta! —ahora Bill —Dejen de comportarse como unos infantiles.

—Eso podrías decirle al idiota de tu hermano. Anda, el asilo y tu abuela te esperan.

Estaba comenzando a enfadarme, limpie mis lágrimas. Y saque mi celular marcando un número espero siga aquí...

—Podrías dejar de hacerte la víctima Tom. Si quieres proteger a Emma aléjate de ella, ni siquiera has tenido el valor de contarle la verdad. Mucho menos de aceptar que sigues viéndote con esa bruja.

Tres tonos...

—Tú no vas a decirme que hacer con mi puta vida.

—No claro que no, puedes joderte tu solo. Pero Emma, se va conmigo.

Pasaron solo 10 minutos cuando recibí un mensaje. Me puse de pie evitando verme al espejo, ya que sabía que estaba hecha un asco. Al abrir la puerta note que Tom tenía reventada la ceja y gustav sangraba de la nariz. Todos me miraron y antes de que pudiesen decir algo...

—Emma —la voz de Andy llamó la atención de todos.

—¿Qué carajo? —ni siquiera miré a Tom.

Me acerqué a Andy pero sentí como tomaban mi brazo.

—Emma, ¿Qué estás haciendo?

—Irme a casa. Lejos de todos, lejos de ti...

Sentí un nudo en mi garganta.

—Sé hace tarde —la voz de Andy volvió a llamar la atención de todos.

—Emma... puedes quedarte conmigo —la voz de Ana era suave.

Cerré mis ojos intentando contener la paciencia.

—Emma... por favor, no hagas esto.

—¿Hacer que Tom? ¿Alejarme de ti? ¿Quieres que siga aquí? —note como el semblante de Tom cambiaba por uno frágil.

—Voy a explicarte todo, solo no hagas una estupidez.

—La única estupidez que hice fue haber confiado en ti.

Ahora todos nos miraban y note como sus ojos se cristalizaban.
Tienes que ser fuerte, tienes que ser fuerte.

—Puedes ahorrarte el drama de ir a buscarme. Aunque sé que no lo harás, estás más ocupado en... —miré a Heidi.

—Ella me importa un carajo, no puedes hacer esto Emma...

Note como Heidi se ofendía.

—¿Hacer que cosa? Solo intento tener mi vida en paz... si eso significa tener que alejarme de ti lo haré. Puedes seguirme rechazando como cuando éramos unos niños y estuve enamorada de ti, jamás me hiciste caso ¿Porqué ahora sí?

Note la cara de confusión de todos, incluso de Ana.

—Emma eso no es...

—Pues entonces deja de perder tu tiempo y vete.

Ahora era Heidi el centro de atención. Pero no, no dejaría que se fueran con la suya, estaba cansada.

—Eres una doble cara, engreída y ridícula —sentí como mis ojos eran un mar de lágrimas.

—Emma por favor...

Miré a Tom y le sostuve la mirada, miradas que desbordaban llanto.

—¿Qué más quieres de mí?

Dije herida y retrocedí cuando vi que dio un paso hasta mi. Por alguna extraña razón me dolía dejarle... pero estaba cansada de confusiones y mentiras.
El volvió a acercarse y al ver que me quedé quieta se acercó aún más, para después tomar mi mano la cual retiré rápidamente. No quería mirarlo, se veia realmente herido al igual que yo.

—No puedes hacerme esto, no cuando hice de todo para tenerte conmigo otra vez...

Y en ese momento se puso de rodillas abrazándose a mis piernas. Cerré mis ojos muy molesta ¿Porqué hacía esto? Al abrirlos miré a Heidi la cual estaba roja del coraje, miré a los demás los cuales solo estaban en silencio con lágrimas en los ojos.

—No te vayas —me miró —No me dejes solo, no otra vez...

No pude decir otra palabra y sin darme cuenta ahora estaba caminando junto con Andy.
No me moleste en mirar hacia atrás, mis sollozos eran evidentes.
¿Porqué se habían aprovechado de mi?

𝗔𝗩𝗘𝗥𝗦𝗜𝗢𝗡 |Tom Kaulitz|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora